EDITORIAL Continuidad y CONSENSO MARÍA Dolores de Cospedal es, desde el pasado 4 de noviembre, la titular de la cartera de Defensa en el segundo Gobierno de Mariano Rajoy, cargo en el que ha relevado a Pedro Morenés. Se ha puesto así al frente del Ministerio encargado de la dirección y coordinación de las Fuerzas Armadas, las cuales, como resaltó en su discurso de toma de posesión tras pasar revista por primera vez a las tropas, «son digna bandera de lo mejor de España y de todos y cada uno de los españoles». La nueva ministra tiene ante sí una importante labor en unos tiempos difíciles para la defensa y la seguridad. Las amenazas de la intolerancia y el terror contra todo el mundo civilizado exigen una respuesta que ha de ser —así lo manifestó María Dolores de Cospedal— «global, unida y común de todos los demócratas» y en la que «estarán, como están hoy, nuestras Fuerzas Armadas». Seguir contribuyendo a la paz y la estabilidad del mundo en todos los lugares donde se reclame la presencia de nuestros militares, avanzar hacia unas Fuerzas Armadas «plenamente preparadas, modernas y profesionales» y desarrollar la industria española de defensa para consolidar cada vez más las capacidades propias, a través de una «decidida apuesta» por las nuevas tecnologías, son otros objetivos anunciados por la ministra al tomar posesión de su cargo y en los cuales se deberá trabajar durante los próximos años. Su discurso ha incluido un agradecimiento a la labor diaria de los militares y del personal civil, y un recuerdo para los fallecidos en el cumplimiento de su deber. El planteamiento de que en la XII Legislatura que ahora se inicia será preciso «hablar, dialogar, pactar y consensuar mucho», como explicó tras el primer Congreso de Ministros el nuevo portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, adquiere especial valor en el ámbito de la defensa. Una materia que, como política de Estado que es, requiere de un elevado grado de consenso, continuidad, reflexión y prudencia. En la búsqueda del necesario consenso deberán participar tanto las autoridades del Ministerio, bajo la dirección de María Dolores de Cospedal como todas las fuerzas parlamentarias, que deben ser capaces de supeditar sus legítimos objetivos a las exigencias nacionales. Solo así se podrá progresar en el desarrollo de las líneas esenciales de la defensa y en las intervenciones en el exterior, en beneficio del conjunto de la sociedad española. RED Noviembre 2016 Revista Española de Defensa 5
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 333
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