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REVISTA GENERAL DE MARINA OCTUBRE 2016

máximo de 54 mA/m2 para el casco desnudo. Estas cifras varían sustancialmente para el caso en que el buque se encuentre en movimiento o que el medio presente condiciones especiales. Otra causa que influye decisivamente en los requerimientos de corriente es la presencia en el agua de oxígeno disuelto. En este caso, la corriente se lleva a través del agua hasta el cátodo por iones de hidrógeno cargados positivamente, los cuales deben descargarse en el cátodo para convertirse en átomos de hidrógeno. En ese momento, pueden combinarse entre sí y formar moléculas que se desprenderán en forma de hidrógeno gaseoso. Ahora bien, si en el cátodo hay algún agente oxidante, los iones tienen más facilidad para desprenderse, puesto que pueden combinarse con él. Cuanto mayor es la cantidad de oxígeno disponible, más fácilmente pueden liberarse los iones de hidrógeno, y por lo tanto, más alto será el potencial de la reacción catódica. De esto se deduce que hay que aplicar una corriente más elevada para alcanzar el mismo potencial. Otro factor importante es la velocidad con que el agua fluye sobre las superficies objeto de la protección, pues tiene influencia en la facilidad de aportación de oxígeno a las zonas catódicas. También hay que considerar como elemento determinante del problema los cambios de temperatura, los cuales influyen sobre el coeficiente de difusión del oxígeno. A la vez, el incremento de las necesidades de corriente está constituido por la presencia de bacterias reductoras que estimulan la corrosión del acero en condiciones anaerobias. Donde aparecen más frecuentemente es en estructuras enterradas, aunque también pueden hacerlo en el agua de mar. El efecto de las bacterias consiste en reducir los sulfatos, pasándolos a sulfuros y liberando oxígeno, que actúa como despolarizador de un modo análogo al oxígeno disuelto. Este método tiene la ventaja de que los ánodos son de un menor peso, y por ello pueden construirse de formas más hidrodinámicas, necesitándose menor número de electrodos. Resulta interesante la combinación de ánodos de sacrificio con los inertes para tener una garantía de protección en caso de que falle este último sistema. Los electrodos más utilizados son los de platino, grafito o hierro. Un problema específico a superar de este tipo de electrodos consiste en lograr que su desgaste, a lo largo del servicio, sea uniforme. Respecto a esto, a continuación se citan las causas que lo crean: a) Composición química homogénea. Los de grafito y hierro fundido de alto contenido en silicio se descomponen de una forma desigual. b) Forma geométrica. Los cilindros y esferas se consumen más uniformemente que las formas con bordes agudos, pues la corriente tiende a concentrarse en las esquinas. c) Persistencia de los productos de la reacción anódica. Los oxicloruros destruyen el material anódico si se les permite concentrarse y permanecer mucho tiempo en contacto con aquél. TEMAS PROFESIONALES 2016 471


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