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EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909

Logística REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016  101  En 1931, ante las dificultades que presenta para muchos soldados llegados a los centros de instrucción el uso de dispositivos técnicos y aparatos de precisión, por la falta de formación, de hábito de lectura y de manejo de cifras, el Grupo de Información de Artillería solicita el apoyo del Instituto Nacional de Orientación y Selección Profesional, posteriormente Instituto de Psicología y Psicotecnia Aplicada, que da como resultado la elaboración de un proyecto de selección y clasificación de los soldados. Ese mismo año, debido a la creciente motorización del ejército, se establece por parte de la Escuela de Automovilismo, y en colaboración con el mismo instituto, un proyecto para evaluar en los reclutas las aptitudes adecuadas para la conducción. Esta colaboración cívico-militar con el Instituto de Psicología y Psicotecnia Aplicada se mantuvo y amplió a otras unidades a lo largo de los años cuarenta, y se llevaron a cabo diversos procesos de selección para el Taller de Precisión de Artillería, Telemetristas, Escuela Militar de Guerra, Agrupación de Batallones de a Pie, Regimiento de Infantería Asturias, Laboratorio y Talleres del Ejército, Parques y Talleres de Carabanchel, Regimiento de Infantería n° 38 y Escuela de Automovilismo, entre otras. Producto de esa colaboración y de los resultados obtenidos, junto con la expansión y la penetración de la psicología en los campos científico, docente y social, surge en el Ejército la inquietud y necesidad de disponer de un sistema propio, riguroso y científico de selección y orientación. Es precisamente en la década de los cuarenta cuando los pioneros, un grupo de oficiales con formación en psicología, medicina y sociología, con conocimientos adquiridos en centros civiles o en la Academia de Sanidad (donde se impartía un curso de psicología y psicotecnia), comienza a diseñar y emplear un sistema acreditado de técnicas psicológicas de selección y orientación profesional en determinados centros y unidades (Parques y Talleres del Ejército, Laboratorio de Artillería, Escuelas de Automovilismo, Escuela de Aplicación y Tiro de Artillería, Escuela de Montaña, etc.), procesos que hasta ese momento realizaba el Instituto Nacional de Psicotecnia. Consecuencia de todo ello, y gracias a la expansión que la ciencia psicológica experimenta en los ámbitos científico, educativo y social, en los años cincuenta se suceden diversos acontecimientos relevantes. En el año 1951 el director de la Escuela Superior del Ejército, el teniente general don Carlos Asensio Cabanillas, invita a don José Germain, jefe del Departamento de Psicología Experimental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a impartir a sus alumnos un ciclo de conferencias bajo el título «Psicología en un ejército moderno», fruto de lo cual se crearon pequeños servicios de psicotecnia en algunas unidades, como en la Academia General Militar, la Escuela de Estado Mayor o la Academia de Sanidad. En octubre de 1952, el entonces comandante médico don César González del Pino publica en la revista española Medicina y Cirugía de Guerra el artículo «Cómo organizar la psicotecnia en nuestro Ejército», donde describe los aspectos que se deben tener en cuenta en la selección, formación, enseñanza y asesoramiento, y que constituirá el germen de lo que unos años después será la Comisión Central de Psicología del Estado Mayor, con la consecuente creación de la Sección de Psicología del Ejército de Tierra. Coronel González del Pino, primer jefe de la Sección de Psicología, 1966-1970 1993


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