SECCIONES FIJAS Zona controlada 2 de noviemre 2016 REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 131 es que día a día aumentan los que huyen de Mosul que, según UNHCR, podrían llegar a 40.000 y para recibirlos se han preparado 7 campos de refugiados, aunque 18.000 han continuado hacia Qayara y algunos han llegado hasta Faluya. INCERTIDUMBRE POLÍTICA, PELIGRO DE LUCHAS INTESTINAS La lucha por recuperar Mosul se desarrolla con el telón de fondo de la incertidumbre política y el temor a que la liberación desate una nueva violencia sectaria y ataques de carácter vengativo por el carácter predominantemente suní de la población de Mosul y el hecho de que muchos, en un primer momento, acogieran con simpatía a Daesh.4 Es indudable que las autoridades en Bagdad son conscientes de este peligro como prueba que, según los planes aprobados, para reconquistar Mosul solo entrarán en la ciudad unidades del ejército iraquí, mientras los peshmergas kurdos se limitarían a controlar zonas al norte y las Fuerzas de Movilización chiíes permanecerán al oeste para evitar enfrentamientos con la población suní. Pero no hay que olvidar que gran parte de los efectivos del ejército son chiíes, como proclaman las banderas que han ondeado en los lugares liberados. La realidad es que Mosul es un verdadero microcosmos de Irak donde además de los suníes también vivían chiíes, kurdos, turcomanos, yazidis y cristianos. El caso de los kurdos es especialmente relevante pues desde Erbil, el Gobierno del Kurdistán no oculta que su esfuerzo en combatir a Daesh es para defender su propio territorio pero también tiene como objetivo ampliar el territorio bajo su jurisdicción con parte de la provincia de Nínive al norte de Mosul. UN TERCERO EN DISCORDIA La insistencia de Erdogan de intervenir activamente en la batalla de Mosul ha creado nuevas dificultades a Bagdad. Aunque Abadi ha rechazado la intervención turca, Ankara insiste en considerar la operación un asunto importante, no solo por la defensa de los turcomanos y suníes sino también para estar en la mesa de negociaciones que determine el futuro de Mosul y evitar que el PKK pueda afianzarse en la zona de Sinjar. La primera crisis entre Bagdad y Ankara ocurrió a primeros de diciembre, cuando los turcos reforzaron su presencia en la base de Bashiga con dos compañías de carros y obuses de 155. Aunque teóricamente solo estaban allí para entrenar a los 3.000 kurdos, turcomanos y suníes de las milicias bajo el mando del ex gobernador de Mosul, Atthel al-Jujaifi, —un condenado por Bagdad—, la realidad es que cuentan con el apoyo de Barzani y su partido PDK, pese al delicado equilibrio que tienen que mantener los kurdos entre Ankara, Bagdad y Teherán.5 El temor de una oleada de refugiados y acciones de grupos terroristas hace que Turquía haya adoptado una defensa preventiva que permite ataques transfronterizos y, para realizarlos, Erdogan quiere repetir el éxito de la operación Escudo del Eufrates en Siria, con una operación Escudo del Tigris en Irak y para ello ha movilizado unidades de carros de combate y vehículos acorazados en Silopi, en las proximidades de la frontera, a pesar de las advertencias norteamericanas e iraquíes de no involucrarse en la lucha.6 La realidad es que la verdadera lucha por Mosul empezará tras la expulsión de Daesh, y hará falta mucha sensatez y una descentralización administrativa para conseguir un Irak unido y estable. Finalizado por el autor: 6 noviembre 2016 NOTAS 1 Knights, M.: «IS conflict: Battle for Mosul on Schedule, but not exactly to plan». BBC 2/11/2016 2 Baron, K.: «The Worst Is Yet to Come in Mosul, US leaders Say». Defense One. 22/10/2016
EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
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