Page 14

EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909

CONFLICTOS LATENTES.VENEZUELA Y GUYANA. LA FRANJA DEL RÍO ESEQUIBO 14  REVISTA EJÉRCITO • N. 909 DICIEMBRE • 2016 El tratado con Holanda no define los límites hacia el interior, de modo que el gobierno de su majestad británica, en 1835, encarga a un botánico británico de origen holandés, Robert Schomburck, que trace las fronteras, y este se descuelga con una línea, la «línea Schomburck», que le da 30.000 millas cuadradas adicionales a los británicos a costa de la cuenca esequiba, con el consiguiente enfado venezolano. No será hasta 1841, tras constatar la creciente penetración de colonos británicos al oeste del Esequibo, cuando Venezuela reclama oficialmente lo que le pertenece, es decir, el territorio hasta el río, a lo que Gran Bretaña da la callada por respuesta, aunque solo temporalmente, ya que el descubrimiento de oro en el área hace que poco después reclame a su vez unas 33.000 millas cuadradas adicionales a la línea Schomburck, lo que parece llevar a Venezuela al límite, que para 1876 rompe relaciones con Gran Bretaña y busca la protección o amparo de los Estados Unidos. Pasan 19 años de actividad diplomática en los que Venezuela pide la intervención o el arbitraje y solo recibe expresiones de preocupación por parte de los norteamericanos y nula respuesta desde las islas británicas, hasta que en 1895, y apelando a la ya establecida doctrina Monroe1, el secretario de Estado norteamericano Richard Olney envía una terminante nota diplomática a lord Salisbury, premier y canciller de Exteriores británico, nota que este rechaza por no reconocer la doctrina Monroe. En Washington dirigía Grover Cleveland en su segundo mandato, quien no estaba dispuesto a consentir menosprecios de la antigua metrópoli, y así emplaza al senado norteamericano para que le apoye con una resolución que imponga una comisión de estudio de fronteras cuyos resultados Francisco Raúl Suevos Barrero. Coronel. Infantería Al final de las guerras de emancipación, mediante las cuales las repúblicas hispanoamericanas alcanzaron su soberanía, parecía que, sobre la base territorial de los antiguos virreinatos y capitanías, los límites de los nuevos entes estatales estaban perfectamente definidos. No era así. En aquellos casos en que se contaba con la vecindad de dominios pertenecientes a otras potencias europeas el conflicto latente y, en algunos casos, la usurpación de territorios o su intento, estaban y seguirían estando a la orden del día durante bastante tiempo. Con los hermanos de raíz hispana las cosas no fueron mejor, lo que dio lugar a conflictos, en muchos casos sangrientos, durante generaciones, con malquerencias y diferendos que a veces han llegado hasta nuestros días. El conflicto de la franja del río Esequibo, sobre el que en estas páginas pretendemos hacer una aproximación, nace desde el mismo instante de la proclamación de la República de Venezuela, ya que esta se apoya para la definición de fronteras en los límites de la española Capitanía General de Caracas, basándose en el principio de iuti possedetis iure («como poseías seguirás poseyendo») y que, según parece, llegaba por ese lado hasta las orillas del río Esequibo. Venezuela hace su primera proclamación como Estado soberano allá por 1811; aunque fuese una república un tanto precaria y efímera, es la fecha que los venezolanos toman como histórica. En esos mismos tiempos de aflicción, los británicos (siempre hay británicos rondando en las cuitas iberoamericanas) reciben de los holandeses mediante tratado la que será durante mucho tiempo la Guyana británica. Estamos en 1814 y Bolívar aún no ha logrado la gloria que con tanto ahínco buscaba.


EJERCITO DE TIERRA ESPAÑOL 909
To see the actual publication please follow the link above