p l u m a i n v i t a d a Un socio fiable al servicio de la comunidad internacional españa en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas Ignacio Ybáñez Rubio, Secretario de Estado de Asuntos Exteriores POCOS días después de finalizar la presencia de España en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) se puede hacer ya un primer balance del papel desempeñado por nuestro país durante estos dos años en los que ha ocupado un puesto no permanente en el principal órgano de gobierno de la más universal de las organizaciones. Desde que supimos que Turquía presentaba su candidatura en el año 2012 y que, por tanto, seríamos tres candidatos en liza para los dos puestos vacantes para el Grupo WEOG (Nueva Zelanda y España llevaban en la carrera desde 2004 y 2005, respectivamente) cobramos plena conciencia de que lograr un asiento en el Consejo iba a ser difícil y requeriría poner lo mejor de nuestra parte para conseguirlo. Todo ello en un contexto de grave crisis económica que necesariamente limitaría los recursos disponibles. Visto con perspectiva, esta dificultad resultó providencial, no sólo para el éxito de nuestra campaña, sino que también sentó las bases para un desempeño en el Consejo que me atrevo a calificar de notable. La candidatura se desenvolvió sobre la base de un principio simple y a la vez muy sólido: ser lo que somos. Ello se tradujo en una política de arrogancia cero, pero voluntad sin límites. En lo que bautizamos como «campaña total» (en claro símil con la estrategia futbolística) jugamos en todos los rincones del terreno, peleamos uno a uno cada balón y lo dimos todo físicamente. Reemplacen la palabra «terreno» por «planeta», el término «balón» por «voto» y «físicamente» por «políticamente» y se harán una idea de la magnitud del desafío. Para llevar a cabo esa estrategia, España puso en valor su perfil de país fiable al servicio de la comunidad internacional y creo que estas dos características (fiabilidad e idea de servicio) han quedado claramente consolidadas entre el resto de la membresía tras nuestro paso por el Consejo. Queremos que todo este acopio de prestigio en las Naciones Unidas ganado en estos años no se pierda y sirva como plataforma para seguir creciendo en nuestro compromiso con el multilateralismo. A ello vamos a dedicar nuestros esfuerzos una vez abandonemos el CSNU. PLANIFICADA Y CONSTRUCTIVA La contribución española a los trabajos del CSNU ha sido fundamentalmente planificada, coordinada, productiva, coherente y constructiva. Estos cinco rasgos son consecuencia directa de los principios que mencionaba más arriba, pues todos ellos responden al compromiso español de fiabilidad y servicio a la comunidad internacional. Trataré de explicar estas características y al hilo de dicha explicación apuntar los logros más destacados de nuestro paso por el Consejo. La planificación ha sido una de las «marcas de la casa», tanto de la campaña como de nuestra participación en el CSNU. España no sólo presentó un folleto de candidatura como hacen todos los países, sino que en la recta final de la campaña distribuyó un documento titulado «transparencia y responsabilidad» que, al hilo de las disposiciones de la Carta, presentaba una especie de programa electoral, lo cual constituyó una gran novedad. Una vez ganada la votación elaboramos un detallado programa con compromisos concretos que incluían tanto líneas de acción temática como prioridades en áreas geográficas. 54 Revista Española de Defensa Enero 2017
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