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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017

TEMAS GENERALES que «como resultado de un minucioso registro hecho en el Taller de la batería de 2.ª Aguada por el Juez Instructor… se tuvo la fortuna de encontrar algunos elementos de que se formaba el galvanómetro empleado en el reconocimiento de la espoleta… lo que ha permitido después de reconocido este formar un juicio exacto de las causas que promovieron la explosión…». De manera resumida, venía a decir que el equipo de medición disponía de resistencias, las cuales al ser conectadas hacían que casi la totalidad de la corriente pasase por ellas y tan solo una parte muy débil por la espoleta en sí; pero por desgracia, en el carrete que usó, el que creía de 40 ohms, «se ha notado deterioro en el forro que constituye su aislamiento consistente en especies de picaduras o quemaduras …razón que explica su gran disminución de resistencia…», apenas 0,9 ohms, por lo que desgraciadamente la casi totalidad de la intensidad pasó por la espoleta y originó la explosión. Terminaba el informe diciendo: «… la fatalidad una vez más ha venido a hacer presa en esta desgraciada Marina». Algo acerca del teniente de navío José Padillo y Nadal José Padillo había nacido en Cartagena el 27 de enero de 1867; era hijo del oficial de Infantería de Marina Manuel Padillo y Martínez de Murguía, quien ostentó el título de conde de Vega-Florida (46). Se preparó José para el ingreso en la Armada en San Fernando y obtuvo la plaza n.º 3 en los exámenes de julio de 1882 para la Escuela Naval Flotante establecida en la fragata Asturias en el puerto de Ferrol. Finalizada la época de alumno, embarcó como alférez de navío en el Castilla el 30 de enero de 1889 y, al saber que el barco iba a pasar al Apostadero de Filipinas, elevó instancia a la Reina Regente exponiendo que «se digne concederle su pase al citado Apostadero» (47), lo que le fue otorgado, uniendo, sin saberlo, casi la totalidad de su vida profesional en la Armada a las islas Filipinas. El Castilla, junto al Don Juan de Austria y al Don Antonio de Ulloa, salió de Barcelona para ultramar el 29 de marzo de 1890, formando lo que la prensa llamó la «escuadra negra», debido a que iniciaban la travesía con sus cascos en ese color en vez de blanco (48). El oficial Padillo realizó una primera campaña en el Apostadero, prestando servicios en diversos buques, pero, sobre todo hay que resaltar su paso por el aviso San Quintín y por el cañonero (46) Así figura en el Estado General de la Armada, 1888, capitán de la Escala de Reserva, p. 474. (47) Capitanía General de Marina del Departamento de Cádiz. Sección 1.ª, núm. 906. Escrito de 21 de marzo de 1889 al ministro de Marina, elevando instancia de José Padillo y Nadal. (48) Para mejorar las condiciones de vida a bordo se dictó una R. O. de 31 de marzo de 1887, «haciendo que fuesen los cascos de los buques en los Apostaderos de color blanco». 2017 15


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