Page 29

REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017

TEMAS GENERALES varias competencias perdidas y conservar cierta capacidad de proyección, pero desequilibró el planeamiento de la defensa. En efecto, las propuestas trazadas en 1981 y revisadas tras el conflicto de las Malvinas se mantuvieron hasta el final de la Guerra Fría. Se priorizó la modernización del arsenal nuclear, la contribución militar a la Alianza y el mantenimiento de una limitada capacidad de proyección estratégica; se racionalizaron y simplificaron las estructuras de defensa y se abrió el mercado militar a la competencia exterior. Sin embargo, la recesión económica, la escalada de costes de los sistemas y la imposibilidad de reducir los gastos fijos de la administración militar invalidaron estos planteamientos y dilataron la brecha entre los objetivos de defensa y los recursos para satisfacerlos. A pesar de las advertencias sobre la insostenibilidad de la defensa a medio plazo y la necesidad de acometer drásticos recortes en la programación militar, el Gobierno optó por mantener intactas las provisiones trazadas en 1981 (16). Cuando en la segunda mitad de la década la situación se tornó insostenible, los ejércitos trazaron un plan de choque —basado en la inmovilización de equipos, la suspensión de ejercicios o la desactivación de unidades— para evitar el colapso de las FF. AA. y forzar al Gobierno a que iniciara una nueva revisión de la defensa que contemplara grandes recortes en la estructura, capacidades y material para equilibrar el planeamiento militar. Sin embargo, fue preciso esperar hasta 1990 —coincidiendo con la caída del Telón de Acero y la dimisión de Thatcher— para que el ejecutivo emprendiera la primera gran revisión de la defensa de la posguerra fría e implementara drásticos recortes —justificados a partir de ahora por el entorno de seguridad multipolar y el cobro del dividendo de la paz— en la estructura de fuerzas, catálogo de capacidades, patrones de despliegue, programas de modernización y gasto militar que han continuado hasta la actualidad. Conclusiones Durante la Guerra Fría, la política de defensa británica se fundamentó en la ineficaz búsqueda de un punto de equilibrio entre los fines de la defensa nacional y los medios disponibles para alcanzarlos. Un excesivo optimismo político, un cambiante panorama estratégico y una frágil economía impidieron formular unos planes de defensa realistas, equilibrados y adecuados a la realidad doméstica e internacional del país. Tras un período de transición en el que Londres mantuvo intactas sus aspiraciones imperiales, expuso su voluntad de convertirse en el tercer polo del (16) EDMONDS, Martin: The Defence equation: British military systems: policy, planning and performance. Londres: Brassey’s, 1986. 28 Enero-feb.


REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017
To see the actual publication please follow the link above