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REVISTA GENERAL DE MARINA ENE FEB 2017

EL VUELO DEL BISCÚTER Luis MOLLÁ AYUSO (RE) L 7 de octubre de 1939 se creaba el Ejército del Aire (EA), sin que en su organización se hiciera mención alguna a la Aeronáutica Naval (AN), a pesar de que tanto las bases, unidades aéreas y la mayoría de sus hombres pasaron a depender del nuevo ejército. Sin mencionarlo, la medida le cortaba las alas a la Armada y se cargaba una organización que había costado sangre, sudor y lágrimas levantar. Al término de una de las campañas de África, en las que la AN colaboró estrechamente con la Aeronáutica Militar (AM), las relaciones entre ambos cuerpos quedaron algo deterioradas, y el capitán de corbeta Pedro Cardona, jefe de la AN, parece que envió una carta al comandante Alfredo Kindelán, jefe de la AM. El contenido nunca transcendió, pero Kindelán preguntó a Cardona si podía hacer uso del mismo, a lo que este contestó afirmativamente. La consecuencia fue el arresto de Cardona a bordo del acorazado Alfonso XIII, así como su cese como jefe de la División de Aeronáutica Naval. Aproximadamente tres semanas después, el propio Rey levantó el castigo a Cardona para que le acompañara en la inauguración en Cartagena del monumento a los héroes de Cavite. Cardona, que igual que Kindelán era ayudante honorario de Su Majestad, fue rehabilitado en el cargo, pero las diferencias personales entre ambos nunca se arreglaron y por simple ósmosis calaron en sus hombres. A pesar de los fuertes lazos de amistad existentes entre ellos, consecuencia de las muchas misiones conjuntas llevadas a cabo en África, las relaciones institucionales quedarían tocadas durante mucho tiempo. Se dice que entre 1939, año de la creación del EA, y 1954, año en que la Armada volvió a levantar el vuelo, la Aviación Naval desapareció completa- 2017 37


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