pilotado en solitario por SM el Rey D. Juan Carlos I, durante su aprendizaje en la Escuela de Helicópteros. El hangar IV está destinado a la exposición de varios tipos de helicópteros que volaron en nuestro ejército. Nada más entrar en él, nos encontramos con tres modelos que corresponden a, quizás los más emblemáticos autogiros del insigne inventor Juan de la Cierva y Codorniu. En 1919, Juan de la Cierva diseña y hace volar el primer biplano trimotor fabricado en España, pero en su presentación oficial, en el concurso convocado por la Aeronáutica Militar, el avión entra en pérdida y se estrella. Es a partir de entonces cuando se inicia su interés por diseñar un aparato cuyo sistema de sustentación fuera independiente de la velocidad de avance de la aeronave. Tras varios proyectos, algunos con éxito y otros no, nace el autogiro. El primero de ellos expuesto en el hangar es el La Cierva C.6, que en realidad es el fuselaje de un Avro 504K al que se le ha instalado un rotor cuatripala. Volado principalmente por José Luis Uzeta Zabala y más tarde por Joaquín Loriga Taboada, este modelo ocupa un lugar distinguido entre los prototipos de la historia aeronáutica, enseñando al mundo una nueva forma de volar. A continuación, admiraremos los dos autogiros que, ya con el invento asentado, se fabricaron en serie. El primero de ellos, el C.19 MK-4P, diseñado con fuselaje propio, el rotor El AC-12 de Aerotécnica. superior estaba conectado al motor mediante un embrague. De gran éxito, se exportó a varios países fabricándose bajo licencia en Alemania. El ejemplar que se exhibe es un modelo original, fabricado en 1932. El segundo, el C-30, de diseño revolucionario pues carecía de alas fijas y de alerones, efectuándose el mando por inclinación longitudinal y lateral de la cabeza del rotor. Fabricados por La Cierva Autogiro Co. Ltd. En un número de 143 ejemplares, dos de ellos fueron solicitados por Aviación Naval y otros dos por Aviación Militar. El ejemplar del Museo es una réplica construida, con varias piezas originales, por la Maestranza Aérea de Albacete y que voló en varias ocasiones por lo que recibió el prestigioso premio Aerofenix Mundial de reconstrucción aeronáutica. Seguidamente, se exponen dos helicópteros proyectados y construidos en España por la empresa Aerotécnica, fundada en 1951. Diseñados por el ingeniero francés Jean Cantinieau, el primero de ellos es un helicóptero ligero biplaza que realizó su primer vuelo el 20 de junio de 1954, en el aeropuerto de Barajas, donde la firma motriz tenía instalados sus talleres. En la fabricación intervino AISA que hacía el fuselaje y la Empresa Nacional de Hélices que fabricó el rotor. El Ejército del Aire, aparte de dos prototipos, encarga a Aerotécnica una serie de 10 ejemplares, siendo éstos los primeros helicópteros que vuelan en la recién creada Escuela de Cuatro Vientos. Durante su vida operativa (1961, 1962 y parte de 1963) volaron 2.500 horas, siendo reemplazados por los más baratos Bell47. Dados de baja en la Escuela, siguieron volando, algunos ejemplares, en el INTA hasta 1967. Más tarde, en 1957, aparece el AC- 14, helicóptero de cinco plazas que presentaba un importante avance en su diseño, pues no tenía rotor de cola o antipar, que fue sustituido por un sistema que canalizaba los gases de escape del motor a través del fuselaje hasta la cola, donde un timón doble los accionaba. AISA comenzó en 1959 la fabricación de 10 células, a las que más tarde se integrarían las turbinas y los rotores. Solo cinco de estos helicópteros llegaron a volar (aparte del prototipo), pues la falta de financiación y los acuerdos con los EEUU significaron la desaparición de la Helicopteros de la plataforma exterior. Aerotécnica. • REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2017 237
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 861
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