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Revista General de Marina 269 4 nov

VIVIDO Y CONTADO mencionada, de los países de la UEO, y a la segunda asistían los mandos de toda la fuerza multinacional. A esta última se llevaban los acuerdos tomados en la reunión UEO previa. El objetivo principal de estas reuniones era elaborar el programa de asignación de áreas de patrulla a cubrir por los diferentes buques de guerra durante el mes. También cada nación aportaba su calendario de visitas a puerto y el movimiento de sus buques de aprovisionamiento, información de enorme valor para nosotros, que no contábamos en la Agrupación Bravo con buques de esta clase. El cometido del embargo en las dos zonas se prolongó hasta el día 16 de enero de 1991, fecha en la que dieron comienzo las hostilidades cuando Estados Unidos procedió a bombardear Irak, y que fue el inicio de la guerra. Período de guerra Al romperse las hostilidades, la tarea del embargo, que continuó siendo permanente, pasó a una prioridad más baja, y las unidades navales, en general, empezaron a desarrollar nuevos cometidos. A nuestras unidades se les ordenó la nueva tarea de proporcionar escolta a los buques logísticos y proteger la zona donde estos buques eran estacionados, cometido que se mantuvo durante todo el período que duró la guerra. El 28 de febrero se produjo el «alto el fuego». Al cesar las hostilidades, nuestros buques reanudaron el embargo como cometido principal en las mismas zonas en que se había realizado antes de la guerra. Como hechos más significativos de las operaciones aeronavales durante la guerra, merecen destacarse los siguientes: — El lanzamiento sobre tierra de misiles Tomahawk desde unidades navales situadas en el golfo Pérsico y mar Rojo. Su aparición en las pantallas de presentación en el CIC de la fragata Numancia supuso la primera indicación, al margen del mensaje oficial recibido del mando norteamericano, de que la guerra había comenzado. — El elevado número de ataques aéreos sobre tierra y sobre las unidades navales de Irak por parte de la aviación embarcada, que formaba parte de una programación global en la que intervenía también la aviación basada en tierra. Ello daba origen a un interminable mensaje ATO (Air Task Operations), bastante complicado de interpretar. — La intensa vigilancia visual llevada a cabo por los buques que operaban en el Golfo, debido a la presencia de minas a la deriva, lo que revalorizó la tarea de los serviolas, a los que se situó lo más a proa posible. Como confirmación de la amenaza de minas, hay que recordar los daños sufridos por dos buques norteamericanos por esta causa: el buque de asalto anfibio Trípoli y el crucero Princeton. 2015 715


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