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Revista española de Defensa 324

profesionales Los guardianes del Cuartel General La unidad que garantiza la seguridad del Cuartel General del Ejército del Aire también rinde honores militares y desarrolla Smisiones de defensa terrestre y protección de la fuerza ON bomberos, escoltas, tiradores de precisión, paracaidistas, policías… Pocas unidades de las Fuerzas Armadas tienen capacidades tan diversas como el Grupo de Seguridad de la Agrupación de Cuartel General del Ejército del Aire (GRUSEG). Sus 289 integrantes cuentan con «una formación multipropósito y son capaces de ejecutar varias misiones muy diferentes de modo que, cuando hay carencia de personal por alguna circunstancia, ellos acometen funciones variadas supliendo con su esfuerzo esa carencia y cumpliendo así con la misión de la unidad», afirma el jefe del GRUSEG, coronel Pedro García Cifo. Una misión que es, fundamentalmente, mantener la seguridad y la defensa del Cuartel General ubicado en el madrileño distrito de Moncloa así como de las personas que lo ocupan. Las 24 horas del día se encargan de escoltar al jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire y a las autoridades militares a partir de general de división para que su seguridad no se vea comprometida, y vigilan los accesos de entrada del Cuartel General, el interior y su perímetro. El GRUSEG está capacitado para localizar artefactos explosivos. «Aunque no los desactivamos», puntualiza el jefe de la Escuadrilla de Policía,capitán Isidoro Arribas. «En un entorno urbano, aunque sea una instalación militar, la capacidad de desactivación la tienen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Nosotros acordonamos y desalojamos la zona y, al mismo tiempo, avisamos a la Policía Nacional», añade. Otra de sus misiones es la localización de dispositivos ocultos, tanto de audio como de video, activos o pasivos, que puedan transmitir información hacia el exterior. «Realizamos inspecciones de radiofrecuencia y telefonía. Pero es muy importante la inspección visual porque hay dispositivos que no Sus variadas capacidades hacen del GRUSEG una de las unidades más completas emiten y no podemos localizarlos con medios técnicos», puntualiza el jefe de la sección de seguridad electrónica, sargento Arturo Lasa. Pero aquí no acaban las tareas encomendadas a este Grupo. Su Escuadrilla de Honores es la encargada de las formaciones protocolarias en territorio nacional y de recibir a las más altas autoridades civiles y militares en el aeropuerto y en la sede de la Presidencia del Gobierno en el Palacio de la Moncloa. Además tiene otras misiones: la defensa terrestre y la protección de la fuerza. Para cumplir con ellas, sus 120 integrantes se entrenan en ejercicios como el Pico, de instrucción invernal; Navacerrada, de vida en ambiente estival; Marea, en la Escuela Militar de Paracaidismo; Arena, enfocado al tiro; Sirio, de defensa aérea; y Cierzo, donde se autoevalúan la mayoría de las tácticas, técnicas y procedimientos de protección. La Escuadrilla ha desplegado en tres ocasiones en Afganistán con misiones diferentes: protección de la fuerza, escolta y seguridad y vigilancia interna. No es fácil entrar a formar parte de la unidad. «Tenemos unos planes de instrucción muy fuertes y muchos no lo consiguen», explica su responsable, el capitán Ulpiano Yrayzoz. «Buscamos personas equilibradas —comenta el capitán— y por eso las llevamos al límite físico para ver como reaccionan ante el estrés». El entrenamiento es fundamental en esta Escuadrilla cuyos integrantes son auténticos deportistas. Además de la instrucción diaria, participan en maratones, en los 101 km de Ronda y organizan la travesía El Escorial-Navacerrada, una prueba de 50 km por la sierra madrileña en la que prácticamente todos, incluido el coronel, han tomado parte. Elena Tarilonte Fotos: Hélène Gicquel Enero 2016 Revista Española de Defensa 41


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