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Ejército de Tierra español 898

REVISTA EJÉRCITO • N. 898 ENERO / FEBRERO • 2016  111  SECCIONES FIJAS dando fondo en la otra rribera donde quedan 124 velas gruesas y pequeñas entre la una y las dos despues de medio dia començaron a hechar en tierra hasta 4. o 5.000 hombres por un arenal que Se llama Santa Maria doça que es entre el pasaje y esta ciudad una legua della, ordenando esquadrones se vinieron marchando la buelta de La Coruña y ... lo que ay que guardar procurare defender como se deue esta ciudad. Dios guarde la Catholica persona de V.M.ª de La Coruña 4 de Mayo 1589 ... aun la que ay en esta ciudad es menester harto para que no sea de daño quanto más de Serbicio. El marques de Cerralbo.» En general venían mal organizados debido a que muchos se alistaron en el último momento, pero los veteranos de Flandes y Francia eran buenos soldados, suficientes para deshacer las pocas fuerzas que se organizaron para socorrer La Coruña. La facilidad con que tomaron las afueras y deshicieron las milicias aliadas les convenció de que sería muy fácil conquistar todo aquel territorio. La confianza en sí mismos desapareció con el paso de los días, cuando se encontraron con un puñado de soldados veteranos y a la población, resueltos todos ellos a vender caras sus vidas, resguardados en las murallas de la Ciudad Alta. Lo que en principio les pareció fácil se complicó. A la defensa inesperada ofrecida por los habitantes se añadió la falta de disciplina de los atacantes que se dejó ver desde el momento en que desembarcaron, y una epidemia que se propagó rápido entre los hombres. Muchas más bajas se sumaron por las grandes borracheras que cogieron los ingleses cuando se encontraron con las enormes reservas de vino de La Coruña. Los continuos ataques a las murallas se sucedieron día tras día, noche tras noche. De nada valieron las escalas, los bombardeos, las minas. Los poco más de mil trescientos soldados, bajo el mando de don Juan Pacheco y Osorio, marqués de Cerralbo y capitán general de Galicia, ayudados por la población civil, unos tres mil, resistían desafiando cualquier pronóstico. Hombres, mujeres y niños, todos ayudaban, todos se enfrentaban al enemigo. El décimo día de asedio, por la tarde, durante un multitudinario intento de asalto por una brecha de la muralla, una mujer coruñesa, Mayor Fernández de la Cámara y Pita, ante el abatimiento de sus paisanos, derribó al arrogante abanderado inglés, que, a las voces de ¡God Save the Queen! ¡For England!, avanzaba al frente de más de mil infantes y piqueros ingleses enardeciéndolos en su miedo, intentando convertirlo en osadía. Cuando todo parecía perdido, ella, con toda la rabia y valentía de estar defendiendo su casa, su familia, su país, su vida, de una pedrada tumbó al rubio alférez inglés, atravesándolo después con una lanza. Inmediatamente se apoderó de su bandera, que agitó sobre su cabeza. Con el grito de ¡Viva la libertad!, animó a sus paisanos a proseguir con la lucha, a no desfallecer. Con esta acción heroica, esa noble española desbarató la nutrida tentativa de asalto enemiga, e infundió un valor que se estaba ya perdiendo entre los defensores. Después de dos semanas de asedio, sin muestras de rendición, y ante la escasez de tiempo de que disponían, Drake y Norris decidieron que no podían seguir allí perdiendo hombres y barcos. La moral y la disciplina se estaban desmoronando. El 19 de mayo de 1589, la flota inglesa se alejó de La Coruña, cuyos habitantes dieron gracias a Dios, a un dios católico, de esa marcha. De lo sucedido en esas dos semanas largas, se da cuenta en un memorial sobre la toma de la ciudad, fechado en La Coruña el 24 de mayo de 1589, que se conserva en el Archivo General de Simancas (Guerra Antigua. Legajo 244), cuya copia parcial se reproduce a continuación (sic): «La ciudad de La Coruña Real patrimonio de V.M.ª Dize que en quatro de Mayo deste presente año aporto al puerto y abia de la dicha ciudad la Armada Inglesa de que era General Francisco Drach y de Tierra Henrique Nores, los quales Trayan en su compañía á D. Luis Antonio y a su hijo D. Manuel, la qual dicha Armada era de numero de 142 navios Grandes y pequeños y por estar la ciudad cierta que el Marques de Çerralvo por mandado de V.M.ª muy particularmente a dado quenta de lo Tocante al sitio y puerto que ocupo y donde Ando y la Velocidad y presteza con que desembarco su gente y lo que consecutivamente. el General Anrique Nores hasta tomar las puertas de tierra por donde la ciudad podia ser socorrida y ... los Sargentos mayores hizieron Repartimiento de las banderas y Gente de la çiudad Repartiendola por las Murallas, y en la mina


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