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Ejército de Tierra español 898

Actualmente, el único objetivo compartido por Washington y Teherán lo conforma la lucha contra el Dáesh ya que, a corto plazo, no parece probable apostar por una verdadera distensión entre EEUU e Irán como ya se ha percibido en la postura iraní ante las inspecciones. El verdadero problema para EEUU consiste, por un lado, en garantizar que Irán respete el acuerdo, para lo cual las inspecciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) serán fundamentales y, por otro, en diseñar un nuevo equilibrio de poder en el área en el que sus viejos aliados se encuentren seguros y confiados. El rearme de los países del CCG, propiciado por Estados Unidos, incluyendo el sistema de defensa antimisiles, va en esa dirección. En el fondo, el gran benefactor del acuerdo con Irán ha sido el arco chií Teherán-Bagdad- Damasco-Beirut opuesto al frente suní, liderado por Riad, que ha perdido posiciones a pesar de que la Turquía suní haya entrado más directamente en la guerra contra el Dáesh en los primeros días del pasado mes de agosto. En cuanto a la región del norte de África y el Sahel, está sujeta a un conjunto de riesgos y amenazas entre los que destacan el terrorismo yihadista, el crimen organizado, el contrabando de armas, el tráfico de seres humanos, el tráfico de drogas, los flujos de refugiados, la inmigración ilegal o los flujos financieros conexos, que afectan o puedan afectar más directamente a los intereses europeos y, especialmente, a los intereses estratégicos españoles. CONCLUSIONES De acuerdo con lo expuesto, los tres teatros de conflicto analizados reúnen condiciones de inestabilidad al haberse fracturado en los mismos el equilibrio de poder afectando gravemente la estructura geopolítica mundial. En cada una de ellos, Estados Unidos hace frente a un perturbador distinto, en realidades diferentes aunque con un denominador común: la aplicación de una nueva estrategia de contención, empleando todos sus instrumentos de poder, ya sea integrados en el poder duro o ya sea integrados en el hard power o en el soft power. En efecto, frente a la agresividad de Rusia en el eje mar Báltico-mar Negro, la postura de Estados Unidos ha sido, por un lado, proceder 30  REVISTA EJÉRCITO • N. 898 ENERO / FEBRERO • 2016 al establecimiento de medidas sancionadoras de tipo económico y comercial junto con la Unión Europea y, por otro, al despliegue de fuerzas militares tanto de forma unilateral como en estrecha colaboración con la OTAN —su principal elemento de contención—, en el territorio de países aliados del este de Europa. Su principal objetivo estratégico es garantizar el equilibrio geopolítico euro-ruso. En el este de Asia, la posición de EEUU ante la actitud provocadora de China consiste en prestar protección a sus aliados de la región a través de los diferentes tratados bilaterales establecidos, garantizar la libre circulación marítima mediante el despliegue de su armada en la región, con independencia del antiguo preposicionamiento de fuerzas estadounidense en Japón y Corea del Sur y del más reciente en Australia. Como principal objetivo estratégico se encuentra el de afianzar el equilibrio de poder chino-japonés. En el MENA el principal objetivo estratégico de EEUU consiste en asegurar el equilibrio de poder entre Irán y Arabia Saudí. Contra el Dáesh lidera una coalición de más de sesenta países — en la que se integran fuerzas militares de varios países occidentales y algunos países árabes— al mismo tiempo que mantiene desplegados en Irak 3.500 efectivos militares, junto a los de otros países como España o el Reino Unido, con misiones de entrenamiento de las fuerzas armadas iraquíes. Aparte de contar con una base aérea en Catar que alberga al Comando Central de Estados Unidos (USCC) y una base naval en Baréin. En la nueva narrativa del Kremlin, el recurso de Putin a los medios nucleares muestra su vulnerabilidad especialmente materializada en la previsión del decrecimiento del PIB ruso en este año en cifras cercanas al 4% —producido por los bajos precios del petróleo y por las sanciones económicas— junto a su dependencia tecnológica en extracción de recursos. Sus intentos de fracturar a la UE a través de presiones en el campo energético o de la financiación de ciertos movimientos verdes europeos contra el fracking, entre otros, están fracasando. Es cierto que mientras Rusia, el este de Asia y el MENA incrementan su presupuesto militar la Unión Europea y EEUU están dedicando cada vez menos gastos a la defensa. Por otra parte, en el campo económico, China está sufriendo


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