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Revista General de Marina 270_1

país creciera. Sus recursos naturales, como el algodón o el aluminio, han contribuido mucho a esta mejora. Es el país más pobre de Asia Central. Cerca del 20 por 100 de sus habitantes vive con menos de 1,25 dólares al día, y es el que más ayuda recibe de la Unión Europea. A su vez, Rusia es la nación que más invierte en sus infraestructuras, y le proporciona ayuda militar y armas, al igual que con Kirguistán, con el fin TEMAS GENERALES de evitar la influencia de los Estados Unidos. La mayoría de su población es islamita-sunita, y es el único país del Asia Central que tiene un partido islamista con presencia en el Gobierno y en el parlamento. Evolución y características de la Ruta de la Seda La Ruta de la Seda, que debe su nombre a la mercancía más prestigiosa que circulaba en ella, y cuya elaboración era un secreto que solamente los chinos conocían, fue una red de rutas comerciales entre Asia y Europa que se extendía desde Chang’an en China a Antioquía, antes en Siria, y Constantinopla, a las puertas de Europa y que llegaba hasta los reinos hispánicos en el siglo XV. Se originó durante el siglo I a. de C., y para consolidar un camino hacia el mundo occidental y la India se construyó una compleja red de rutas comerciales que proporcionaron la oportunidad de intercambiar bienes y cultura. Poco después de la conquista romana de Egipto, en el año 30 a. de C., florecieron a una escala sin precedentes las comunicaciones regulares y comerciales entre China, el SE asiático, la India, Oriente Medio, África y Europa. El comercio grecorromano, que había comenzado en el año 130 a. de C., seguía aumentando, y en la época de César Augusto hasta 120 barcos zarpaban cada año del Egipto romano hacia la India. El comercio intercontinental y las comunicaciones se hicieron regulares y pronto siguió un intenso comercio con el Imperio romano, confirmado por la afición romana por la seda china. El aspecto más importante del entramado comercial de la Ruta es el papel de intermediarios que ejercían los comerciantes islámicos. Estos, conscientes de los beneficios económicos que dejaba este trasiego, no permitieron la entrada de mercaderes europeos o asiáticos en ella, convirtiéndose en los 44 Enero-feb.


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