MEMORIAL DE INGENIEROS N.º 96 38INFORMACIÓN GENERAL Y VARIOS operaciones de la guerra, como en las guarniciones de las Plazas y demás comisiones..., de ser utilísima, y aun indispensable, la formación de un Cuerpo de Zapadores y Minadores, que exerciendo al mismo tiempo las funciones de Gastadores y Pontoneros, y dirigidos y mandados por Oficiales de Ingenieros, adquieran durante la paz en su Escuela práctica la instrucción necesaria para desempeñar los importantes encargos de su instituto...». La Ordenanza no suponía grandes innovaciones, fundamentalmente se limitaban las funciones de los Ingenieros a las castrenses, aunque se autorizaba a que pudiesen trabajar en obras civiles, en situación de «comisión de servicio». Con relación a la enseñanza, también se reglamentaba el ingreso en el Cuerpo, que se reservaba para cadetes y oficiales del ejército, los cuales debían realizar un riguroso examen en la nueva Academia de Alcalá de Henares. En 1803, se suprimía la Academia de Barcelona, abriéndose esta últtima, en la que comenzaba el primer curso en septiembre de ese año. Una vez admitidos, los alumnos se enfrentaban a tres cursos (de un año cada uno) específicos, durante los cuales permanecían agregados al Regimiento de Ingenieros. Las materias que se estudiaban en los cursos académicos eran: Álgebra, Cálculo diferencial e integral, Dinámica, Hidrodinámica, Fortificación, Artillería, Minas, Ataque y Defensa de las Plazas, Táctica, Castrametación, Estrategia, Óptica, Perspectiva, Trigonometría esférica, Geografía, Astronomía, Topografía, Arquitectura Civil (construcción general y obras hidráulicas). También estudiaban dibujo y geometría descriptiva y redactaban proyectos de obras civiles y militares. El resto del tiempo lo dedicaban a la instrucción de armas y prácticas. LA FORMACIÓN DE SUBOFICIALES Y TROPA DE INGENIEROS También estaba prevista en la Ordenanza la formación de los cabos y sargentos del Cuerpo. Anteriormente a la creación del Regimiento, estos no existían al carecer de tropas permanentes, pero al constituirse, era necesario establecer un sistema de formación para soldados y mandos inmediatos. En el Reglamento se ordenaba que en la unidad se integraran sargentos, cabos y soldados de Infantería, que: «... deben ser de buena conducta, honradez, subordinación y bizarría acreditad...; y además los Sargentos y Cabos tendrían la inteligencia y buena disposición que se requieren para llevar las funciones de sus empleos. Ordenándose además, la creación de la «Escuela Teórica, donde tales profesionales pudiesen adquirir los conocimientos que exige el desempeño de los encargos en los diversos trabajos y operaciones del instituto». Se les deberá enseñar «los primeros elementos de la aritmética y geometría....» instruyéndoseles, «en las operaciones más sencillas de la geometría práctica, para medir distancias y alturas, trazar figuras semejantes sobre el terreno, dividir ángulos..., se les dará una sucinta idea de las obras de fortificación y minas....». Además se ordenaba la organización de escuelas para la tropa: «para que nunca falten soldados que tengan la precisa instrucción en leer, escribir y contar, que necesitan los Cabos...». LA INSTRUCCIÓN DEL REGIMIENTO. «LAS ESCUELAS PRÁCTICAS» Las Escuelas de Prácticas para la instrucción de los Oficiales y soldados estaban previstas en las Ordenanzas de 1803. Se debía enseñar a los soldados el modo de utilizar las diversas herramientas y útiles: «la construcción de faginas, salchichones, zarzos, blindas, piquetes, cestones..., en cortar tepes, construcción de tapiales, tala de árboles,
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