PRIMER PLANO JUNIO 2016 | TIERRA Nº 12 los Pirineos. «Hubo un invierno que me subía de Valencia todos los fines de semana », puntualiza. Por eso, al final cambió la playa por la montaña. El trabajo es «duro, sobre todo en los temporales en los que te pasas todo el día trabajando a temperaturas bajo cero», pero tiene sus alicientes, como el hecho de tener el mejor lugar para entrenar en la puerta de casa. La plantilla de Candanchú también se encarga del mantenimiento y conservación del Centro de Instrucción y Adiestramiento en Montaña de Rioseta, que en la actualidad se utiliza solo de forma ocasional para ejercicios. El resto del tiempo, las instalaciones están cedidas de forma demanial (conserva la titularidad pero se dedica a uso público) a la organización Scouts de Aragón. Los refugios de Candanchú y Cerler se encuentran muy próximos a las estaciones de esquí “Teniente Fern ánde z Gon zále z” El refugio de Cerler recibe su nombre en homenaje al teniente Álvaro Fernández González que, en 1991, encontró la muerte en acto de servicio durante unas prácticas de montaña, junto a ocho soldados, a causa de una avalancha en la zona de Tuca de Paderna. El brigada Velasco, el jefe del refugio, va a hacer dos años en el puesto este mes de septiembre, pero justo su destino anterior fue en el refugio de Candanchú, así que «sabía bien dónde venía». Señala que los dos son diferentes y tienen ventajas e inconvenientes. «Candanchú es más grande, con lo que hay mucho más volumen de trabajo, pero está más cerca de la base “Oroel”; en cambio Cerler está a dos horas de viaje de Jaca, y aunque es más pequeño y hay menos trabajo, también estás más aislado», destaca. Tiene a su cargo a dos cabos 1º, dos cabos y cuatro soldados. En Cerler disponen de una cocina equipada, pero no de servicio de catering, por lo que tienen que cocinar ellos. Lo tienen organizado de tal manera que uno de ellos se encarga, con el dinero que aportan todos, de la comida y de la compra, y elabora los menús para toda la semana. Igual que en el caso de Candan-chú, los destinados allí son gente aficionada a la montaña, como el soldado Daniel Amat, quien dedica su tiempo libre a entrenarse, lo que le ha facilitado el poder participar en carreras como la Aneto Xtreme, en la que ha vencido en dos ocasiones. Este verano cumplirá cinco años en el refugio y no piensa en cambiar, porque le gusta «vivir en los Pirineos». Refugio de La Mina En el refugio de La Mina, situado en la Selva de Oza-Guarrinza (Valle de Hecho), solo 11
TIERRA EDICION DIGITAL 12
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