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les como el curso con McDonnell, el entrenamiento con la NAVY y el Marine Corps, las posibilidades del avión, entre otras de un largo conjunto de inquietudes. La curiosidad es lógica, a la revolución que puede suponer la inclusión del EF-18 en el inventario de armas del Ejército del Aire, se une el deseo de participar de una experiencia que es patrimonio de todos. A ello va unido el hecho de que, raramente se produce un contacto tan directo y prologado con la U.S. NAVY y Marine Corps, ya que nuestros cursos e intercambios, se realizan normalmente con unidades de la USAF. Es el deseo de compartir esa experiencia, el que me impulsa a escribir este artículo. DESARROLLO DEL CURSO El desarrollo del curso tuvo tres partes bien diferenciadas: - Especialización en inglés en la B.A. Lackland (TEXAS). - Familiarización en el EF-18 en la Cía McDonnell (San Luis M.O.). - Plan de instrucción en el F.18 A para pilotos de CAT II en la estación naval de Cecilfield ( FLORIDA). “LACKLAND” Comencemos por la primera de ellas. Sólo los que han pasado por el “Defense Language Institute” de la B.A. de Lackland, pueden comprender lo que suponen nueve semanas de un curso de bajo entrenamiento efectivo y alto costo, máxime cuando el nivel de conocimiento de inglés era alto, como demuestra el hecho de que de los cinco componentes del grupo inicial dos de ellos poseen el nivel 2”Domina” y 100 % como resultado de los exámenes previos, u los tres restantes con el nivel de “Posee”, con resultados del 95 % en los exámenes, a los que es sometido cualquier componente del Ejército del Aire, que marcha a EE.UU. para recibir instrucción. No obstante, la permanencia en dicho Instituto fue de gran valor en la adaptación a un sistema de vida, en muchas cosas, diferente al estándar español. Es de justicia reconocer que el Instituto realizó un esfuerzo, tratando de adaptar nuestro plan de estudios al hecho, oficialmente conocido, de nuestra orientación especifica al vuelo a la comprensión de documentos y conferencias, de un alto contenido técnico, a las que íbamos a hacer frente, esfuerzo que en parte fue frustrado, por la rigidez y el bajo nivel de los programas disponibles, quedando todo reducido a la flexibilidad de alguno de los profesores que apartándose de los texto, fomentaron la conversación así como la preparación y discusión de conferencias técnicas, entre nosotros. Esto supuso nuestro primer contacto serio con el manual del EF-18, que nos había sido facilitado en España y que se constituyó en uno de nuestros textos en Inglés. Estoy seguro y creo que todos mis compañeros en el curso coincidirán, en que un entrenamiento de otro tipo realizado en contacto o relación con la siguiente fase del entrenamiento hubiera sido más eficaz a la hora de resolver los problemas de adaptación idioma, que inevitablemente surgirían y surgieron, pues noes los mismo pedir correctamente un café, que recibir una conferencia en la que cada frase es importante, seguir las instrucciones de tu profesor de vuelo en medio de un combate a 7.5 G`s, que te llegan a través de la radio mientras ejecutas la maniobra correcta en un avión monoplaza de la complejidad del F-18. Finalmente el 14 de febrero, con nuestro diploma bajo el brazo y una última foto bajo el lema “Here train the leaders of the world”, cuyo sentido exacto los que por habéis pasado entenderéis emprendimos viaje a San Luís. n Grupo inicial de pilotos que marcharon a EE.UU. paraser los primeros instructores de vuelo n “Con el diploma bajo el brazo, antes del viaje a San Luis”. 30 años EF-18 680 1986-2016


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