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REVISTA GENERAL DE MARINA 270-4 SUP CERVANTES

TEMAS PROFESIONALES to de las impurezas o inclusiones) genera propiedades direccionales, mejorando las longitudinales en detrimento de las transversales: — Laminación en caliente: consiste en hacer pasar un material (lingote) entre dos rodillos o «cilindros» que giran a la misma velocidad en sentidos contrarios y reducir la sección transversal mediante la presión ejercida por estos. El enfriamiento debe estar muy controlado para que no se produzcan agrietamientos superficiales. — La forja: es el proceso que modifica la forma de los metales por deformación plástica producida por presión o impacto. Esta deformación controlada del metal, realizada a alta temperatura, produce mejor calidad metalúrgica y mejora las propiedades mecánicas. Al calentarla es importante conseguir la uniformidad de temperatura en toda la pieza. Si el corazón del lingote o desbaste está «frío» (menos de 1.250º C) pueden aparecer roturas internas al no tener la misma plasticidad que la superficie. — El moldeo del acero: consiste en verter (colar) el acero en un molde hueco cuya cavidad reproduce la forma deseada de la pieza, y se deja solidificar el metal en dicho molde. La calidad es mucho menor, pero también es mucho más económico. Los tratamientos térmicos de los aceros especiales Son operaciones de calentamiento y enfriamiento a temperaturas y en condiciones determinadas a que se someten los aceros para conseguir las propiedades y características más adecuadas a su empleo o transformación. No modifican la composición química, pero sí otros factores, tales como los constituyentes estructurales y, como consecuencia, las propiedades mecánicas. Constan de tres fases: — Calentamiento hasta la temperatura fijada (temperatura de consigna): la elevación de temperatura debe ser uniforme, por lo que el calentamiento de una pieza se hace aumentando la temperatura muy lentamente o manteniendo un tiempo a temperaturas intermedias, antes del paso por los puntos críticos; este último es el calentamiento escalonado. — Permanencia a la temperatura fijada: su fin es la completa transformación del constituyente estructural de partida. Puede considerarse como suficiente una permanencia de unos dos minutos por milímetro de espesor en el caso de querer obtener una austenización completa en el centro y superficie. Largos mantenimientos, sobre todo a altas temperaturas, son «muy peligrosos», ya que el grano austenítico crece rápidamente, dejando el acero con estructuras finales groseras y frágiles. 2016 687


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