TEMAS GENERALES Reproducción del galeón San Juan Bautista. mayo de 1617 arribaba el galeón por segunda vez a Acapulco, donde esperaban el diplomático japonés y el franciscano Sotelo con el gesto amargo de la derrota en sus rostros. Sabemos que el año siguiente la nave fue vendida definitivamente a los españoles de Filipinas, que mantuvo su nombre y que sirvió para defender aquellas posesiones españolas de los holandeses, quienes buscaban ocupar el puesto en Extremo Oriente que hasta entonces habían ostentaban los ibéricos. Hasekura regresó en 1620 a un Japón distinto que se preparaba para un largo periodo de aislamiento. La nación que con tanto empeño había tallado un galeón para llevar a sus diplomáticos a miles de millas de distancia se replegaba sobre sí misma y cerraba todos sus puertos a los extranjeros, salvo el de Dejima. La historia del San Juan Bautista se perdía definitivamente, lo mismo que la salud de Hasekura, que en 1622 fallecía, quien sabe si con la pena en sus adentros por no haber logrado lo que su señor le había pedido hacía algo más de un lustro y que pudo haber obrado un marco mejor para las relaciones entre ambos países. El San Juan Bautista en la historia reciente de Japón: su reconstrucción No nos cabe la menor duda de que el galeón San Juan Bautista estaba llamado a ser la nave que uniera el Oriente y el Occidente. La crónica de su construcción es una historia hermosa de esfuerzos comunes, que incluso enfrentó a algunos gobernantes de Filipinas con el capitán Vizcaíno, puesto 2016 597
REVISTA GENERAL DE MARINA 270-4 SUP CERVANTES
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