competitiva en el mercado internacional, situándola en una posición de fortaleza frente a otros competidores, lo que ha incrementado su capacidad de exportación, ya que es extremadamente complicado que una industria naval militar venda buques que no estén en servicio en su propia marina de guerra. Las actividades específicas de nuestras unidades navales en aguas alejadas de nuestro territorio proporcionan oportunidades para promocionar la materialización de actividades empresariales, y así se ha hecho patente con los despliegues en el Índico, el del BAC Cantabria con la Real Marina Australiana (RNA), o más recientemente el del BAC Patiño en el Atlántico Noroccidental en colaboración con la Real Marina Canadiense (RCN). Y ya que de construcción naval hablamos, en este número hemos incluido varios artículos relacionados con este tema. El titulado El presupuesto de la paz y la pérdida de la escuadra en Santiago de Cuba aborda cómo muchos de los argumentos que se esgrimen en la actualidad para demostrar lo innecesario del gasto militar, específicamente en la construcción y mantenimiento de los buques de la Armada, ya fueron utilizados a finales del siglo XIX y, como en aquel caso lamentablemente los hechos demostraron, aunque ya demasiado tarde, lo equivocado de tal razonamiento. Hoy como entonces las consideraciones económicas se imponen sobre cualquier otra, ya que el gasto en Defensa ha sido habitualmente visto como algo secundario, pues la sociedad no tiene percepción de amenaza y por tanto no se le ve utilidad, pero las lecciones de la Historia nos demuestran la necesidad de evitar que este rechazo pueda impedir que nuestro país dedique a su Defensa los recursos que permitan garantizar su protección. En las dos primeras décadas del pasado siglo, España contó con un presidente de gobierno que tuvo una visión clara de la importancia del Poder Naval, Antonio Maura, quien tuvo una decisiva importancia en el avance de la construcción naval en nuestro país y supo rodearse de ministros que contribuyeron a ello. Y este es el argumento del artículo titulado Una escuadra del siglo xx en ExPONAv, el programa de Maura-Ferrándiz. Dos de los elementos utilizados en la construcción naval, la madera y el acero, y la evolución de la técnica en su empleo, son el objeto de otros dos artículos sobre temas profesionales, los que llevan por título: Evolución del acero naval desde la técnica del remachado hasta el AH-36 y Construcción naval en madera. Los buques tienen un ciclo de vida, y tras finalizar su período operativo, salvo en los casos de los destinados a convertirse en museos o a otras actividades turísticas y culturales, llega la fase de desarme y posterior desguace, asunto este último que ha suscitado últimamente singular importancia por sus connotaciones sobre la prevención de riesgos laborales y efectos medioambientales. Este es el tema que aborda el artículo El necesario cambio en el desguace de buques. No podemos finalizar estas líneas sin recordar una efeméride de finales del siglo XIX, de la que fue actor principal el Poder Naval español, cuyo centésimo quincuagésimo aniversario se conmemora este mes. Hablamos del Combate de El Callao de 2 de mayo de 1866, entablado por la escuadra española al mando de Méndez Núñez en aguas del por siglos denominado Lago español, durante la Guerra del Pacífico. Antonio Manuel PÉREZ FERNÁNDEZ CARTA DEL DIRECTOR 572 Mayo
REVISTA GENERAL DE MARINA 270-4 SUP CERVANTES
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