RUMBO A LA vIDA MARINA Desde el punto de vista evolutivo, es tan «perfecto» un coral como una foca. Ambos han llegado a su techo evolutivo dentro de su «oficio», el nicho ecológico. En la foto del autor, la foca barbuda del Ártico, Erignathus barbatus, aunque es más bigotuda que otra cosa, y además, reservorio del anisakis. oficio): el coral como paradigma de quietud en el bentos y la foca por su capacidad para vivir en los hielos. ¿Y cuáles son los criterios que la ciencia ha empleado para lograr componer el complicado puzle de clasificar y ordenar a los animales en los 30 filos modernos que contempla la Biología (moluscos, equinodermos, cordados, etc.) no solamente por la afinidad entre sus miembros (un caracol está incluido en el mismo filo que un pulpo), sino también por su pasado histórico, por su árbol genealógico? Pues, lógicamente, tienen que ser varios y complejos. El lector recordará que, como punto de partida, acudimos a lo que se llama el nivel de organización, cuyo escalón más básico y expresivo es el nivel celular, con dos contundentes opciones, los animales de una sola célula —protozoos, que vimos flotando en el plancton como base de la pirámide alimenticia— o de varias células reunidas, aunque no formando tejidos porque se daba la paradoja de que cada una de ellas mantenía su independencia y su autonomía; como es el caso de las esponjas, que únicamente son seres multicelulares. Tras 638 Mayo
REVISTA GENERAL DE MARINA 270-4 SUP CERVANTES
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