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REVISTA GENERAL DE MARINA 2016

TEMAS GENERALES navales acaecidos el año anterior, se proyectaban 28 sumergibles, cifrándose su presupuesto en 110 millones de pesetas. Entre las unidades previstas no había ningún acorazado. España no alistaba aún ningún submarino. El primero, el Isaac Peral, fue adquirido en los Estados Unidos. Se había botado el 22 de julio de 1916 en los astilleros de Fore River de Quincy (Massachusetts). Los tres siguientes, Narciso Monturiol, Cosme García y A-3, fueron construidos en Italia y entregados a la Armada el 25 de agosto de 1917. La industria nacional se encargaría de la construcción de los 24 restantes en grupos de seis unidades. La empresa adjudicataria de las obras sería la SECN en su astillero de Cartagena, que había establecido, en julio de 1925, un acuerdo para la construcción de submarinos con la estadounidense Electric Boat Company (5). En julio de 1922, siete años después de aprobado el Plan Naval, se había botado ya el primer crucero, estaba a punto de terminarse la construcción del segundo y se trabajaba en la de un tercero, así como en la de los tres primeros destructores. En cuanto a los submarinos, se habían botado los B-1, B-2 y B-3 (6). Conclusión, el retraso era tan considerable que hacía obsoletas las unidades antes de entrar en servicio, lo que hizo aflorar críticas entre los oficiales de la Armada, especialmente de Mateo García de los Reyes. Se necesitaba un cambio, pero ¿a quién encomendar el diseño de los nuevos barcos de guerra y, especialmente, de los submarinos? García de los Reyes, jefe de la Base de Submarinos de Cartagena, optaba a favor de un prototipo alemán de unas 1.000 toneladas, gran velocidad y gran radio de acción. Sería precisamente en la construcción de un submarino y de torpedos en donde coincidieran el interés alemán por experimentar nuevos tipos en el extranjero y el del Gobierno español por conseguir ayuda técnica y financiera. La segunda de las premisas favorables era la intención de Alemania por burlar las prohibiciones del Tratado de Versalles, utilizando para ello astilleros de países extranjeros. En los japoneses de Osaka se construían, en 1920, submarinos con patente alemana y bajo la dirección de ingenieros y expertos germanos. En 1922 se fundaba en Holanda Ingenieurskantoor voor Scheepsbouw, auténtica tapadera de los intentos alemanes para no cumplir las cláusulas de Versalles. La empresa holandesa se especializó en el diseño y construcción de sumergibles. Se contrató un pedido de dos submarinos de 500 toneladas para Turquía y se inició la de otros tres de 500 toneladas y de un cuarto de 100 toneladas en astilleros finlandeses, así como la de dos acoraza- (5) DÍAZ MORLÁN: op. cit., p. 202; BORDEJÉ Y MORENCOS, F. de: «Primeros submarinos españoles», en Vicisitudes de una política naval. Editorial San Martín, 1978, Madrid; AGUILERA, A., y ELÍAS, V.: Buques de Guerra Españoles, 1885-1971. Editorial San Martín, 1980; VV. AA.: Los submarinos españoles. Agualarga, 2002; RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, A. R.: La reconstrucción de la Escuadra. Planes navales españoles, 1898-1920. Galland Books, 2010, Madrid. (6) VIÑAS, A.: La Alemania nazi y el 18 de julio. Alianza Universidad, 1977, Madrid, p. 24. 2016 419


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