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REVISTA GENERAL DE MARINA 2016

TEMAS GENERALES cada uno de ellos. El primero debía estar concluido en el plazo de 32 meses a partir de la firma del contrato definitivo. Para completar el lote se estipulaban 60 meses. El Estado se reservaba el derecho a la inspección de los buques durante su construcción. Se fijaban unas características muy rígidas para la nave en aspectos como velocidad en superficie y en inmersión, radio de acción en superficie y en inmersión, profundidad de inmersión, estabilidad, emersión, maniobra, artillería, torpedos, carga de batería y máquinas auxiliares. Se establecían multas a pagar por Echevarrieta en caso de no cumplir algunas condiciones mínimas, como que el radio de acción en superficie resultara inferior a 6.000 millas o que el tiempo de inmersión fuese superior a 50 segundos (17). En diciembre de 1927, poco antes del convenio con el Estado, Echevarrieta firmó un acuerdo de cooperación con la holandesa Ingenieurskantoor voor Scheepsbouw mediante el cual concertaban la construcción del primer submarino en el astillero gaditano. El material se preparó en el astillero de Feyenoord, en Róterdam, habiéndose conseguido la exención de los derechos de importación por Real Orden del Ministerio de Hacienda de 16 de febrero de 1929. La casa holandesa envió ingenieros alemanes para supervisar los trabajos. La quilla del submarino se puso el 22 de marzo de 1929, se botó el 22 de octubre de 1930 y quedó listo para pruebas en mayo de 1931 con el nombre de E-1 (18). Estas resultaron muy satisfactorias, al superar algunos de los requisitos exigidos, como la velocidad máxima en superficie e inmersión superior en un nudo a lo estipulado. Armado con seis tubos lanzatorpedos de 533,4 mm, cuatro a proa y dos a popa, un cañón de 105 mm y otro antiaéreo de 20 mm, aventajaba a los submarinos construidos hasta entonces (19). Que el ministro de Marina, en unas declaraciones recogidas por el periódico El Siglo Futuro, no hiciese ninguna referencia al sumergible producto de la colaboración hispano-alemana auguraba problemas para su incorporación a la Marina española (20). A pesar de la visita de Alfonso xIII a los astilleros de (17) DÍAZ MORLÁN: Horacio Echevarrieta..., pp. 349 y 350. (18) Información sobre su botadura, en Vida Marítima, núm. 917, 30 de octubre de 1930, p. 313: «Este submarino es el primero que se construye en España de una patente alemana, en la que se asegura que se pretenden recoger todas las enseñanzas de la guerra submarina y aun de las de la post-guerra, aplicadas a la construcción naval, como por ejemplo, la soldadura eléctrica ». (19) VIÑAS, A.: «Submarino Echevarrieta», op. cit., pp. 54-59; DÍAZ MORLÁN: Horacio Echevarrieta..., pp. 200-205, y VV. AA.: op. cit., pp. 91-94. (20) Declaraciones de García de los Reyes: «El proyecto que tengo en estudio abarca una docena de unidades… Con los 144 millones de pesetas presupuestadas para este fin, y atendiendo al coste actual de cada submarino —unos doce millones— podremos construir doce de 1.000 toneladas cada uno… Las actuales construcciones se llevan a cabo con total normalidad. De los submarinos de la clase C, hay navegando ya dos unidades y el tercero saldrá de un día para otro, pues está en momento de prueba. De los restantes, hasta seis, dos serán entregados este mismo año, y el último para principios del año que viene». 424 Abril


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