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BOLETIN INFANTERIA MARINA 26

Ilustración 1. Plano de la plaza de Cartagena y su Arsenal. ordovás, 1799 HISTORIA expediciones de castigo o conquista. Los primeros Austrias, Carlos I y Felipe II, se tomaron muy en serio la amenaza pirata. Para ello impulsaron diversas medidas, entre otras la construcción de galeras, tipo de buque que se demostró especialmente útil para combatir a ese enemigo. En 1541 el Rey Carlos I pasó por Cartagena tras el regreso de la fallida expedición contra Argel. Allí retomó su anterior propósito de potenciar Cartagena como plaza fuerte y base naval. Para ello dio plenos poderes al general Dávalos para adquirir terrenos y construir lo que posteriormente se denominó “Casa del Rey”. Como veremos más adelante en el lugar ocupado por la Casa del Rey se construyó el cuartel de Batallones. Ésta se componía de una serie de “magazenes” para víveres, pertrechos, armamento y munición, tanto para los buques como para las unidades que embarcaban en ellos. Disponía asimismo de hornos para fabricar bizcocho, elemento fundamental de la dieta de los buques de la época. A estas instalaciones se añadió posteriormente una fábrica de pólvora. En 1545 ya estaban construidos o en fase de finalización varios de los edificios de la Casa del Rey. No debió de ser una obra bien hecha, en 1589 el comisionado del Rey, D. Juan Acuña Vela, rinde informe en el que, por un lado, señala el buen funcionamiento de la fábrica de pólvora y almacenes, pero por otro detalla graves deficiencias del edificio y las reparaciones que precisa. Durante esta época Cartagena acogía las galeras solamente durante la época de invernada. Debido a sus características la navegación de las galeras se limitaba casi exclusivamente a los periodos de tiempo bo-nancibles, el “mare apertum” (generalmente del 15 de marzo al 15 de octubre) y tenía que invernar durante la estación del “mare clausum” (el resto del año). Por tanto no existía la necesidad de alojar las tropas que constituían su guarnición (la “gente de guerra”), por lo que no fue necesario la construcción de cuarteles. Otra cuestión era la de su dotación (la “gente de mar”) que podía ser empleada en los trabajos de reparación y puesta a punto de las galeras durante la invernada (aunque su número era sensiblemente inferior al de la guarnición), y sobre todo la “chusma” o “gente de remo”, compuesta en su mayor parte por condenados o esclavos a los que había que custodiar. En 1667, durante el reinado de Carlos II, se decidió la estancia, de forma temporal, de la Escuadra de Galeras en la bahía cartagenera, mientras se realizaba la limpia necesaria en el fondeadero del Puerto de Santa María. El 9 de Julio de 1668, mediante Real Orden, se ordenó al Marqués del Viso, capitán general de la Escuadra de Galeras, la limpia y nece- 14 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA


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