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BOLETIN INFANTERIA MARINA 26

OPERACION “DOWNFALL”... OPERACIÓN “DOWNFALL” EL PLAN DE INVASIÓN DE JAPÓN Aprincipios de 1945, los norteamericanos tenían cierta prisa en acabar cuanto antes la guerra en el Pacífico. Las consideraciones primarias que se barajaban eran el tiempo y las bajas: ¿Cómo podrían forzar rápidamente la rendición de Japón con relativamente pocas bajas? Los planes estudiados por los británicos en 1943, estimaban la invasión de las islas no antes del otoño de 1947; los jefes norteamericanos, empero, pensaban que la guerra debería haber finalizado como muy tarde a finales de 1946. Prolongarla hasta 1947 ó 1948 era BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA 27 considerado peligroso para la moral nacional. La US Navy era del criterio de usar el bloqueo y el poder aéreo para forzar al Japón a capitular. Propuso capturar bases aéreas en las cercanías de Shanghái y en el sur de Corea, que permitieran a la fuerza aérea del Ejército estadounidense operar contra la metrópoli nipona con más medios de los que ya se estaban utilizando. El US Army, por su parte, sostenía que semejante estrategia prolongaría la guerra de forma indefinida y llevaría a sacrificar vidas innecesariamente y, por lo tanto, pensaban que era necesaria una invasión para acabar la guerra cuando antes. Su idea era realizar un asalto anfibio a gran escala directamente contra la metrópoli japonesa, haciendo caso omiso de las operaciones propuestas por la Armada. A la larga, quizás por la premura de finalizar cuanto antes el conflicto, el punto de vista del Ejército se iría imponiendo. Así las cosas, ya en enero de ese año la Junta de Jefes de E.M. norteamericana (JUJEM) había estimado que la guerra en Europa finalizaría lo más tardar el 1 de julio de 1945 y pensaron que la resistencia japonesa no debía prolongarse más de 18 meses de la rendición alemana. Con esas consideraciones, en febrero empezó ya a esbozarse un hipotético plan de invasión, que fue perfilándose a finales de marzo. Estimaban que la campaña de Okinawa, iniciada el 1 de abril, finalizaría antes de mediados de agosto (en realidad terminó el 21 de junio) y, de no aceptar Japón la rendición incondicional para entonces —cosa bastante probable—, contaban con proseguir la ofensiva contra su metrópoli aproximadamente unos cuatro meses después. La JUJEM, con el beneplácito del Presidente, planificó iniciar la invasión a principios de diciembre y finalizarla antes de acabar el año 1946. Con ello terminaría la guerra. Los japoneses, efectivamente, rechazaron el ultimátum que los aliados les habían dado en Potsdam el 2 de agosto de 1945, y desde hacía tiempo se preparaban para librar la batalla decisiva en su propio territorio. Como era de suponer, dada la magnitud y dificultad de la empresa, había muchos criterios sobre el modo de afrontarla. El general George Marshall recabó el parecer del general Douglas MacArthur, el comandante en jefe in pectore para la operación1, empeñado todavía en la conquista de las Filipinas, donde el general Yamashita resistía hábilmente para dar tiempo a organizar la batalla en la metrópoli, llevando a cabo una tenaz guerra de guerrillas. El general americano le propuso al general Marshall tres líneas de acción2, que, básicamente, se resumían en un bloqueo cerrado aeronaval, un prolongado bombardeo estratégico casi en exclusiva o el asalto directo a su corazón político e industrial, en dos etapas. Someramente, las valoraba así: La primera opción –la preferida por la Armada, como ya se ha indicado3 consistía en ejecutar un estrecho bloqueo aeronaval contra Japón, impidiendo la llegada de recursos de todo tipo al archipiélago, minando sus aguas interiores y 1Para la invasión a Japón, se consideró necesario el establecimiento de un mando único. La disputa entre la Armada y el Ejército sobre quién debía mandar la operación -la Armada quería a Nimitz, en tanto que el Ejército a MacArthur- era tan seria que amenazaba con echar a perder la planificación. Al final la iArmada cedió en parte y MacArthur fue designado para mandar todas las fuerzas, si las circunstancias lo hicieren necesario. 2 reports of General MacArthur (prepared by his General staff). The Campaigns in the Pacific, Volume I. Chapter XIII: Dawnfall, the plan for the invasion of Japan, Lybrary of the Congress, 1966. Reprint in 1994, pp 396-398.


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