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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO-SEPT 2016

EL ARMA AÉREA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO. CAMINO DEL CENTENARIO... Todos los documentos de carácter estratégico que se están publicando estiman que el escenario de seguridad y defensa en 2030 continuará siendo altamente volátil, con crisis que surgen de manera imprevista con gran virulencia y donde las amenazas no convencionales se mezclarán con las que sí lo son. Además, los adversarios serán capaces de utilizar los enormes avances en los sistemas de información en su beneficio y tendrán a su disposición sistemas avanzados de denegación de acceso. En este sentido se estima que la capacidad militar de las amenazas de naturaleza convencional será tecnológicamente bastante sofisticada. Por otro lado, los actores estatales, no estatales, el terrorismo y el crimen organizado seguirán encontrando muchas facilidades para extender sus perniciosas acciones en los espacios comunes poco regulados, como la mar. En este contexto, se considera que en el medio y largo plazo será necesario seguir contando con un Arma Aérea equilibrada, sostenible, versátil, interoperable y tecnológicamente avanzada que cuente con los medios suficientes para contribuir de manera prioritaria a los siguientes cometidos genéricos (1): — Proyectar el poder naval, en particular con helicópteros de transporte táctico para operaciones anfibias y de guerra naval especial con elevada capacidad de supervivencia, así como con aviones de ala fija con capacidad de ataque de precisión al suelo en todo tiempo, en unos escenarios en el que los adversarios pueden contar con sistemas avanzados de denegación de acceso. — Ejercer el control del mar con helicópteros que dispongan de sensores y sistemas específicos para la guerra antisubmarina y de superficie, en un contexto en que la amenaza por debajo y sobre el mar, especialmente los submarinos y los buques de superficie, es cada vez más sofisticada. — Operaciones de Seguridad Marítima con helicópteros multipropósito. Por último, deberán también contribuir al conocimiento del entorno marítimo y a la capacidad de vigilancia, reconocimiento y designación de blancos (ISTAR) con helicópteros y sistemas aéreos pilotados por control remoto (RPAS). Por lo tanto, en base a la permanencia en el tiempo de los cometidos genéricos antes mencionados, se considera que la renovación, modernización y racionalización del material deberá ser progresiva, con las siguientes prioridades. (1) El Concepto de Operaciones Navales establece siete cometidos genéricos para la Fuerza Naval, como son: la presencia naval; el control del mar; la proyección del poder naval sobre tierra; las operaciones de seguridad marítima; el apoyo a autoridades civiles; la seguridad cooperativa, y el auxilio en catástrofes y situaciones de emergencia. 2016 321


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