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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO-SEPT 2016

EL ARMA AÉREA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO. CAMINO DEL CENTENARIO... El oficial o suboficial jefe del destino, asesorado por sus suboficiales y mediante unas pruebas de conocimientos técnicos, los va evaluando progresivamente para asignarles nuevos trabajos y responsabilidades hasta que alcanzan el nivel suficiente con el que afrontar tareas más complicadas con calidad y garantía. Los suboficiales de los controles de mantenimiento, de calidad, y los coordinadores son elegidos entre los que tienen mayores conocimientos, experiencia y tiempo en cada escuadrilla, puestos a los que todos deben aspirar mediante el estudio y la dedicación. Los suboficiales operadores de sensores (OAV) y los de dotaciones de vuelo, dependiendo de la escuadrilla de que se trate, realizan un programa parecido al de AVL, aunque orientado en capacitarlos para operar en vuelo en las distintas unidades. Así tenemos a los suboficiales operadores de sensores de la Décima Escuadrilla (SH-60B), que comienzan como alumnos realizando un plan de estudio y horas de vuelo (50) reales o simuladas de ASUW/ASW hasta que, superado este, alcanzan el nivel I, con el que no pueden aún ejercer como OAV en UNAEMb/UNADEST ni en vuelos operativos. Alcanzan el nivel II embarcando como alumnos, acompañados preferentemente por un operador de sensores IV instructor. El nivel III se alcanza con experiencia de al menos 500 horas de SH-60B y tras superar un programa de adiestramiento en pruebas de vuelo. Y por último, el nivel IV les será asignado por el jefe de Escuadrilla cuando lleven un mínimo de 1.000 horas de vuelo en el modelo y después de realizar el curso específico de instructor. En cuanto a las dotaciones de vuelo de otras escuadrillas, tales como la Quinta (SH-3D) o la Tercera (Bell-212 ASW), el procedimiento de capacitación varía con respecto a la Décima, pero el objetivo es el mismo, capacitar a los suboficiales para operar a bordo de las unidades en vuelo, cada una con sus peculiaridades. Pilotos, personal de las divisiones de mantenimiento, dotaciones de vuelo, armeros, personal de línea de vuelo, personal de los controles (mantenimiento, calidad y material), operaciones, seguridad, coordinadores y administración forman una maquinaria compleja que debe estar bien engrasada para que sea operativa, eficaz y segura, tanto para las aeronaves como para el personal. Hoy en día no se concibe un buque de la Armada que no disponga de una cubierta de vuelo para aeronaves. En los años 80 disponíamos de la cubierta de nuestro añorado Dédalo, desde donde operaban todas las unidades de las escuadrillas que eran embarcables, así como de las de los Castilla y Galicia, donde operaban las Tercera y Sexta escuadrillas. Posteriormente, fueron sustituidas por las del Príncipe de Asturias y las de los nuevos LPD Castilla y Galicia, con cubiertas para operar con dos helicópteros simultáneamente y capacidad de hangar para cuatro, así como la incorporación de las fragatas FFG tipo Santa María, con cubierta de vuelo y hangar para dos helicópteros de la Décima Escuadrilla. En la actuali- 2016 369


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