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REVISTA GENERAL DE MARINA AGO-SEPT 2016

EL ARMA AÉREA: PASADO, PRESENTE Y FUTURO. CAMINO DEL CENTENARIO... enemigos lejos del homeland lo que hizo que sus dirigentes impulsasen la incorporación del avión a la guerra en la mar. En 1910 se ordenó al capitán de navío Washington Irving Chambers, comandante del USS Louisiana, informar sobre los progresos de la aeronáutica y adaptar esa nueva capacidad al uso naval. Se le encomendó llevar a cabo los estudios necesarios para proveer a la Navy del equipo preciso para la navegación aérea, así como desarrollar un plan para instruir al personal en su utilización. Chambers dejó el Louisiana y se entrevistó con Glenn Curtiss, pionero aviador que se dedicaba a enseñar su modelo de aeroplano en las ferias de la época. El capitán de navío necesitaba el consejo de pilotos expertos y poder contrastar su idea, que no era otra que conseguir que un avión operase desde la cubierta de un buque de guerra. El 14 de noviembre de 1910, Eugene Ely, uno de los pilotos de Curtiss, despegó un biplano desde una rampa instalada en la proa del USS Birmingham, en la bahía de Chesapeake. Solamente dos meses más tarde, el 18 de enero de 1911, lo hizo desde un lugar en la costa de San Francisco, para tomar posteriormente en una rampa instalada a popa del USS Pennsylvania. Aunque no secuenciales ni en el mismo día, se había llevado a cabo el primer «despegue y toma» de un avión en un buque de guerra. La Primera Guerra Mundial sorprendió al avión en pleno desarrollo, por lo que en 1914 ningún país se encontraba preparado para utilizarlo como un arma. Al comienzo de la aviación, los oficiales de los ejércitos habían sido los 2016 253


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