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REVISTA GENERAL DE MARINA NOV 2016

TEMAS GENERALES dejando ver las palas de la hélice retorcidas a consecuencia del brutal impacto sobre el agua, ha logrado escapar de esta situación. Nuevamente los alemanes Tuvo que transcurrir un espacio de tiempo bastante considerable antes de que se produjera otra importante extracción de restos. Para ello debemos trasladarnos hasta el día 4 de noviembre de 2004. Durante la citada fecha, el arrastrero Faro II, con base en Jávea (Alicante), se encontraba faenando entre cabo de San Antonio y el islote de Es Vedrà, al suroeste de Ibiza. El duro día de trabajo estaba llegando a su fin cuando el patrón de la embarcación ordenó izar las redes. Concluida la operación, los cuatro integrantes de la tripulación observaron desperfectos en ellas. Al mismo tiempo comprobaban que la captura venía acompañada por la presencia de una rueda y varios objetos de metal. Desconociendo cuál podía ser la procedencia de este material, una vez desembarcado en el puerto de Jávea pudo comprobarse que se trataba de la cubierta de la rueda de cola, marca Continental, un armazón de la sección lanzable de la cabina y diversos fragmentos de fuselaje. Fácilmente reconocibles a simple vista, pronto se concluyó que tenían su origen en un bimotor Junkers alemán, probablemente perteneciente a la versión de reconocimiento Ju 88D. No era la primera vez que el área se convertía en el centro de tal tipo de inesperadas capturas. Desde principios de los años noventa, a lo largo de 1991, 1992 y 1994, varios pesqueros basados en Jávea y Denia habían atrapado diversas piezas metálicas, posiblemente procedentes del mismo avión. Desafortunadamente, tanto la historia particular como las circunstancias que motivaron la pérdida de este anónimo Ju 88 y su tripulación todavía no han abandonado la bruma del misterio. Pese a ello, y en el otro lado de la balanza, todo lo que de él fue recuperado permanece almacenado en los locales del Museo Arqueológico y Etnográfico Municipal de Jávea. Los ecos del pasado volvieron a materializarse durante el mes de enero de 2014. El mensajero fue nuevamente un arrastrero, en esta ocasión con puerto en Torrevieja (Alicante). Cuando el Nuevo Pedro y Loli se encontraba posicionado frente al cabo de Palos (Murcia), sus artes de pesca atraparon a 120 metros de profundidad lo que parecía ser un motor bastante deteriorado. Desembarcado en el muelle reservado a la cofradía de pescadores, estudios posteriores determinaron que pertenecía al modelo Jumo 211F-1. Su procedencia dirigía la atención directamente hacia un bombardero alemán Heinkel He 111H-6. No era la primera vez que el mencionado pesquero encontraba restos de un avión perdido mientras llevaba a cabo su trabajo. Cuatro años atrás, había «pescado» otro motor de idénticas características, que muy bien podía tener su origen en el mismo avión alemán. La unidad a la que el He 111 pertenecía, así 2016 641


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