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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 334

HA LLEGADO el momento Coronel Andrés Gamboa de la Calleja Jefe del Ala 31 CON la entrega del primer A400M al Ejército del Aire, aquella silueta gris que se vislumbraba en el horizonte ya está en el Ala 31, en la base aérea de Zaragoza, la unidad escogida para su operación y que lo ha acogido como el T.23-01. El desarrollo del avión no ha estado exento de complicaciones y ha debido hacer frente a multitud de retos. En su concepción y diseño se contemplaban avances que harían necesarios otros proyectos de I+D, ya se pensó realmente en el «avión de transporte militar del siglo XXI», un avión de carácter estratégico para el transporte militar y con capacidades tácticas para permitir su operación en cualquier escenario imaginable, llevando su carga directamente hasta el punto donde se necesita, y reduciendo los tiempos y riesgos a asumir por las fuerzas amigas. Con la incorporación de este primer avión, el Ala 31 se convierte en protagonista de uno de los hitos en el proceso de modernización de nuestras Fuerzas Armadas en aras de una mayor eficacia y eficiencia, contribuyendo al incremento y mejora de las capacidades de la aviación de transporte militar, y proporcionando mayor fuerza y capacidad de proyección. En él se encuentran depositados los deseos y esperanzas para un futuro prometedor en la continuidad de las misiones que realiza la unidad. El plan de implantación del A400M diseñado por el Ejército del Aire contempla los aspectos de personal, de infraestructura y el propio sostenimiento de la flota. Fruto del mismo, el Ala 31 y la base aérea de Zaragoza se encuentran preparadas para recibirlo. Se cuenta con dos modernos hangares con sus espacios de oficinas y un almacén, necesario para la gestión del material y equipo. Están en marcha las obras encaminadas al acondicionamiento de la zona de aparcamiento y accesos a las pistas y un nuevo edificio que albergará el almacén y taller de motores, a lo que habrá que añadir el establecimiento de un simulador de vuelo. Con todo, aún queda camino por recorrer, el A400M ha de continuar evolucionando hasta alcanzar su madurez operativa, pero, sin duda, está llamado a ser la columna principal del transporte «El A400M supone un gran cambio; materializa el salto del mundo analógico al digital» militar, tanto en apoyo de nuestras Fuerzas Armadas y sus operaciones en el exterior, como de las fuerzas aliadas, y prestando su colaboración frente a catástrofes y emergencias en misiones de ayuda humanitaria. Frente al Hércules, con más de 40 años en servicio, el A400M supone un gran cambio; se puede decir que materializa el salto del mundo analógico al mundo digital y, además, conlleva una nueva forma de gestión. De un lado, en el mantenimiento, desde su inicio adaptado a la normativa de aeronavegabilidad europea que permitirá una mayor interoperabilidad entre los operadores. Por otro, la operación interna en cuanto a la «gestión de cabina», aspecto en el que el A400M está totalmente imbuido de la filosofía de operación de Airbus, lo cual es diferente de lo que se hace con el C-130, avión de fabricación americana y con otro concepto de gestión. Ha llegado el momento. La visión del nuevo avión en la plataforma del aparcamiento del Ala 31, al lado del Hércules que se ve pequeño a su lado, nos enorgullece a todos y renueva los ánimos y el entusiasmo, pero este sólo es el primero de otros «12+1» que recibirá la unidad. La incorporación de esta primera aeronave proporcionará la experiencia necesaria a las tripulaciones y personal que ha de atender la operación y el mantenimiento de todas ellas. El primer avión A400M rueda por la pista de San Pablo para emprender el vuelo hasta la base aérea de Zaragoza, sede del Ala 31. países europeos (Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo, España, Turquía y Reino Unido), a los que se incorporó Malasia en 2005, todos ellos agrupados dentro de la Organización Conjunta de Cooperación en Materia de Armamentos (OCCAR, por sus siglas en francés). España representa el epicentro del programa. La planta de San Pablo aloja la línea de ensamblaje final, el centro de ensayos en vuelo, el centro de entregas y el centro de entrenamiento de tripulaciones y personal de tierra. Asimismo, las plantas de Getafe, Tablada y Centro Bahía de Cádiz juegan un papel esencial para el desarrollo del programa. En total, más de 1.600 empleados de Airbus Defence and Space trabajan en España en el programa, la mayoría de ellos, 1.100, en las plantas sevillanas. Los grandes componentes del A400M son trasladados a la línea de montaje de San Pablo mediante un avión Beluga. Las piezas que llegan por vía aérea a Sevilla son las alas, fabricadas en Reino Unido; el fuselaje y el estabilizador vertical, procedentes de Alemania, y la cabina, que se transporta desde Francia. Víctor Hernández Fotos: Pepe Díaz Diciembre 2016 Revista Española de Defensa 21


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