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REVISTA GENERAL DE MARINA DICIEMBRE 2016

TEMAS GENERALES de los Reales Ejércitos, y su madre, Maria Antonia de Flores y Peón, hija del regidor perpetuo de Avilés. Era sobrino de otro capitán general de la Armada y ministro de Marina, Antonio Valdés y Bazán. Ya de niño mostraba aficiones marineras, lo que dio lugar a que sentara plaza de guardia marina en el Departamento de Cádiz antes de cumplir los catorce años. Terminados sus estudios iniciales, pasó destinado a la escuadra del almirante Luis de Córdoba, que en aquellos momentos bloqueaba la plaza de Gibraltar, participando en el combate de Espartel contra la flota británica del almirante Howe, y dos años después en la flota del general Barceló en Argel. Entre 1789 y 1794, siendo teniente de navío, tomó parte junto a Alcalá Galiano en la expedición de Malaspina que efectuaron las corbetas Descubierta y Atrevida, realizando estudios cartográficos y astronómicos alrededor del mundo. Fue capitán de navío a los 27 años. Y mandando el Pelayo, destacó notablemente en el combate de San Vicente en 1797, en el que con su barco se enfrentó a tres buques ingleses que tenían en su poder al Santísima Trinidad. Al ver la situación gritó a su tripulación «Salvemos al Trinidad o perezcamos todos». Y tras desesperada lucha rescató al buque apresado. En Trafalgar mandaba el navío Neptuno de 80 cañones, y fue herido en el combate al caer cerca del palo mesana golpeándose en la cabeza. Su buque quedó desarbolado, haciendo agua y con 42 hombres muertos y 47 heridos. Cuando después de la batalla era remolcado por el navío inglés Minotauro, pudo zafarse de este y hacer derrota a Cádiz, acabando embarrancado próximo a El Puerto de Santa María. En 1805 es ascendido a jefe de escuadra, confiriéndosele el mando de la de Cartagena y arbolando su insignia en el navío Reina Luisa. En febrero de 1808, Cayetano Valdés se negó a cumplir las órdenes de Napoleón y, en lugar de llevar a Tolón los barcos a su mando, los trasladó a Mahón. Estando en dicho puerto tuvo lugar el alzamiento contra los franceses, conservando con su decisión la escuadra para la nación. Con la llegada de la Guerra de la Independencia, ya que por su naturaleza no ofrecía frecuentes ocasiones de emplear las fuerzas navales y deseando Valdés tomar parte activa en tan notable cruzada, solicitó destino en el Ejército, obteniendo el mando de una división del cuerpo del ejército del general Blake, al frente del cual se encontró en diversas ocasiones. En la batalla de Espinosa de los Monteros recibió un balazo en el pecho. En 1808 asciende a teniente general. Al promulgarse la Constitución en 1812, por sus tendencias liberales fue nombrado capitán general y jefe político de Cádiz. Logró acierto en este cometido, ganándose el afecto y la confianza de los habitantes de la ciudad. Entronizado nuevamente Fernando VII, vio en Valdés un enemigo público y, dando olvido a sus meritorios servicios, decretó su prisión en el castillo de Alicante. Acudió en su ayuda su anciano tío Valdés 804 Diciembre


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