EL CUARTEL DE BATALLONES... Ilustración 3. Planta segunda del cuartel de Batallones. Feringán, 1750. AGS, MPD-6-82. de lana de buen cuerpo. Los rellenos de paja y esparto debían cambiarse cada año. Las sábanas se cambiaban por otras limpias cada treinta días en verano y cuarenta en invierno. Como incluidos en el concepto de alojamiento cama, junto a esta última se proporcionaba una mesa con cajón, dos bancos, una tinaja y unas parihuelas para recoger la basura. También se suministraba una cantidad reglamentada de aceite y leña para iluminación y calefacción. El equipo se colgaba en el cabecero de la cama. Los sargentos alojaban normalmente en la cercanía de la tropa pero en local aparte y con un espacio más amplio. Los BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA 23 granaderos podían tener también un alojamiento separado. En la Ilustración 4 podemos apreciar las cocinas. No se especificaba sin embargo el uso de ningún local como comedor. Aunque resulte extraño hubo que esperar hasta finales del siglo xIx para que en los proyectos de construcción y reforma de los cuarteles se incluyera este espacio. La tropa comía donde podía, en el patio, en las galerías del cuartel o en los propios dormitorios. En las Ilustraciones 2, 3 y 4 se ven también las galerías de comunicación que recorrían el perímetro de los patios interiores, enlazando las distintas dependencias y locales. Esta era una solución típica del modelo Belidor, si bien modificado, de forma que las galerías eran abiertas, lo que era posible por la benignidad del clima, a diferencia de lo que ocurría en el norte de Europa, facilitando la iluminación interior y que se convirtió en una seña de identidad de los cuarteles españoles. CONSTRUCCIÓN DEL CUARTEL ¿Cuándo comenzaron las obras del cuartel? En esta época y siguiendo “… el ánimo del rey (Fernando VI) que en las obras de este puerto y arsenal se trabaje con la actividad posible…” se le dio un gran impulso a las obras en Cartagena. De hecho se comenzó a trabajar en el cuartel incluso antes de la remisión de los planos detallados del proyecto. Concretamente a finales de enero de 1750 Feringán informó a Ensenada: “… en la Casa del Rey las tres paredes que se levantan y pilares para los arcos, con la mira a que lo que ahora se hace pueda servir de cuartel, en esta semana quedan todas al nivel y altura de cuatro pies, y se dejaran descansar, interin se hacen, otros reparos precisos en uno de los almacenes de ella, que sirva para alojamiento”. Las obras del cuartel de Dolores de Ferrol comenzaron al año siguiente, 1751 y las del de San Carlos en San Fernando, lo fueron bastante más tarde, en 1786.
BOLETIN INFANTERIA MARINA 27
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