OPINIÓN Alentados por estos cambios de estrategia, los nuevos yihadistas “occidentales”, realizan profuso uso de RSS, exhibiéndose en “selfies” y en sonrientes grupos, armados, victoriosos, orgullosos de su militancia, con actitudes a veces agresivas. Su mensaje es nítido, felicidad, satisfacción, realización. La mejor propaganda, no sólo de captación, sino de trasmisión de una idea de éxito, iniciativa, victoria. Los componentes estéticos podrán superponerse o incluso desplazar a los estrictamente ideológicos. Pero también se muestra la cara menos bucólica, la exhibición pura de violencia, con el doble objetivo de mostrar fortaleza e infundir terror. La Yihad 2.0 ha sido capaz de esquivar la cancelación de cuentas en cualquier red, y ya no necesita páginas específicas porque es global, colaborando de manera fundamental en esta evolución de la percepción del yihadismo más allá de su ideología fundacional, para convertirse en una subcultura atractiva. Objetivos de la Operación. “…mundo árabe organizado políticamente con formato califato medieval bajo directrices salafistas, gobernando todos los musulmanes (Ummah) erradicando diferencias tribales, sectarias o religiosas en un espacio vital.” Sin embargo, de manera contradictoria y paradójica con este INTEND, la persecución yihadista se dirige más hacia los propios musulmanes que considera apóstatas (chiíes), que contra otras religiones infieles. Podríamos argumentar que el discurso de enfrentamiento contra Occidente mantenido por AQ y afines, se ha construido en respuesta a la agresión indiscriminada sufrida. A pesar de que la propaganda radical está plagada de citas sobre la supremacía del Islam frente a otras civilizaciones, y de duras acusaciones sobre la degradación moral reinante en las filas enemigas, sus portavoces prefieren dar prioridad al argumento de legítima defensa para justificar su violencia y rechazo a las fronteras nacionales impuestas para dividir la comunidad musulmana. Para los terroristas actuales, el retroceso del dominio islámico sobre el territorio marca el inicio de una obligación colectiva, no sólo para revertir esa invasión, sino también para purificar a los creyentes abrazando (y manipulando), uno de los pilares sagrados, emprender una lucha siguiendo la voluntad de Dios. PLANEAMIENTO Y DESARROLLO DE LA OPERACIÓN. Los videos de Ben Laden en cuevas afganas resultan prehistóricos y contrastan con los auténticos videoclips vanguardistamente filmados, variedad de planos, nitidez de imagen, puesta en escena impecable, banda sonora… Aprovechando la viralización casi automática de estos contenidos y la permeabilidad de sus audiencias objetivo, la violencia se torna espectáculo. Los jóvenes musulmanes de tercera generación en sociedades occidentales, sensibilizados con el fallido intento de adaptación a Europa, se convierten en los principales consumidores de tales contenidos. ANALISIS YIHAD 2.0: La violencia como narrativa. La violencia es herramienta clave del discurso, como parte integrante de la ideología, la provocación con la que se graban, la conmoción que buscan, la publicidad que consiguen. Utilizan la violencia paradójicamente para conformar un espacio ético donde encaje su actuación. Su brutalidad la convierte en un fin en sí misma, anteponiéndose incluso a la predicación ideológica, y convirtiéndose en elemento de radicalización “per se” de excelentes resultados, especialmente por ese enfoque cinematográfico. 6 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA Paradójica Exhibición de violencia con fines proselitistas.
BOLETIN INFANTERIA MARINA 27
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