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MEMORIAL INGENIEROS 97

65 Siguiendo con la construcción de fortificaciones en España (esta decaería en la segunda mitad el siglo xvii coincidiendo con la «decadencia»), en el que se prosiguen las comenzadas en el siglo anterior con escasas salvedades. Sería en Cataluña, aún a principios del xvii, y como consecuencia de las sucesivas invasiones francesas, unido al persistente peligro de la piratería, donde más se trabajaría durante todo el siglo xvii: en Tortosa, en Puigcerdá y Figueras, Barcelona, Lérida o Tarragona, y en el Rosellón en Rosas. En los reinos de Valencia y Murcia se trabajaba en sus torres costeras, y las construcciones de plazas fuertes fueron escasas. Es en Cartagena, en donde comienzan pronto las fortificaciones, allí trabajarían, Antonelli, el Fratín, Turriano (1606), y otros ingenieros. En cuanto a las Islas Baleares, en Mallorca seguirá Tiburcio Spanochi (1602), al que también vemos en Menorca en la fortificación de Ciudadella y Castillo de San Felipe. En la costa de Granada, al igual que en la anterior, sería intensa la construcción de torres, así como la de fortificaciones y puertos: Málaga, Gibraltar y Cádiz. En la costa norte se trabaja en Santander, en el puerto de Gijón, en Lierganés, en Laredo y en Santoña; también en La Coruña, Tuy y en Vigo. Una cuestión poco conocida, relativa a la enseñanza de los ingenieros militares, es la existencia de la Academia de Matemáticas de Orán. En efecto, los ingenieros desde el siglo xvi, y a partir de la creación por Felipe II de la Academia de Matemáticas y Arquitectura Militar de Madrid, tales técnicos castrenses dispondrían de sucesivos centros de enseñanza donde formarse. En 1720 el ingeniero general Jorge Próspero de Verboom, fundaba la Academia de Matemáticas de Barcelona, que junto a sus filiales de Orán (abierta nada más recuperarse la plaza en 1732) y Ceuta, y mas tarde las de Cádiz y Zamora, prepararon gran parte de los ingenieros militares del siglo xviii, que tanto esplendor dieron al cuerpo y a la corona española. En todos ellos se seguiría el mismo programa de estudios que el aprobado para la Academia de Barcelona. En el centro, y a lo largo de cuatro cursos, los alumnos recibían la enseñanza de asignaturas como: «Aritmética, Geometría, Trigonometría, Topografía, la Esfera Celeste, Artillería, Fortificación, Ataque y Defensa de las Plazas y Táctica, Mecánica, Máquinas, Hidráulica, Construcción, Perspectiva, Gnómica (o ciencia relativa a los relojes solares) y formación y uso de las Cartas geográficas y Dibujo». También se realizaban proyectos de edificios civiles y militares. Con este programa, la Real Academia de Matemáticas de Barcelona y sus filiales impartían la enseñanza científica y técnica mas avanzada de España. Francis Drake


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