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LA LEGION 537

Técnicas<< ta, en equipos de intervención o asalto, en su último movimiento hasta el lugar exacto de la entrada. Lo más curioso es que no fue en Brasil donde nació esta técnica, o quizás sí y algún pícaro “yankee” la hizo suya y la bautizó con este nombre en portugués. Si nos fi jamos en infi nidad de fotografías de las favelas brasileñas donde aparecen policías y militares usando esta técnica con arma corta y larga, teniendo en cuenta que durante muchos años (desde 1964 hasta la actualidad) el arma larga más usada allí ha sido el fusil FN FAL, cuya longitud es de 1.040 mm. ¿Pero realmente quien inventa esta curiosa técnica tan útil? La “SUL” fue desarrollada conjuntamente por la Tactical Firearms Training Team y la Tactical Energetic Entry Systems, escuelas de entrenamiento táctico en EEUU, tras pasar años preocupados porque sus alumnos controlasen mejor sus bocas de fuego durante los ejercicios de instrucción de combate cercano (Close Quarters Battle). La posición “SUL” está más que extendida en las unidades de combate legionarias, pues se ha explicado y aprendido en los cursos de combate urbano que se han desarrollado en la Brigada de La Legión liderados por el Tercio “D. Juan de Austria” en los que he sido alumno y profesor. La herramienta más usual para el legionario, el FUSA HK G36 E, un fusil que por sus dimensiones (999 mm.), obliga a poner paralelo el arma al cuerpo cuando se progresa por lugares estrechos, viéndose uno obligado a girarse en pasillos angostos. Además, es una posición que da garantías de seguridad al ser una guardia baja, y así mismo con un pequeño gesto hacia arriba y poca fuerza coloca de manera óptima el FUSA para el tiro. Volviendo a la posición “SUL”, es la misma en arma larga y corta, por lo que el combatiente mecaniza los movimientos de manera más rápida. El fi n de la instrucción desde tiempos de las falanges era mecanizar para no tener que dudar en la batalla. Por esta razón, la instrucción debe ir enfocada a eso, a mecanizar, y los gestos y movimientos que se realizan con el arma corta deben ser lo más parecidos al arma larga y viceversa. Veamos las ventajas que nos aporta esta posición: 1. Cuando se está en movimiento y no hay sector a cubrir, o no hay que dar seguridad El movimiento se realiza desde que se abandona el punto de reunión y se dirige uno al objetivo dentro de una unidad de combate, como por ejemplo el movimiento urbano en zona segura hasta la casa a asaltar. Esta posición carece de utilidad en el caso de actuar individualmente, salvo quizás para permitir que pase por delante personal no combatiente. Insisto una vez más en que la posición “SUL” fue diseñada para el trabajo en equipo y no individualmente. Esta posición se ha visto usada muy recientemente tras los atentados de Paris, por policías y militares con el arma desenfundada. 2. Cuando algún compañero o aliado se cruza en tu sector de tiro Este problema, que parece no suceder nunca, es de lo más habitual tanto en los movimientos tácticos previos al asalto, en el relevo de posiciones y sectores, como en los movimientos propios del combate, cuando existen movimientos buscando cobertura. En este momento es adecuado usar la “SUL”, así no apuntamos a nuestro compañero o al importuno transeúnte que pueda moverse por el escenario, no apuntándoles a ellos, sino al suelo en ese preciso momento. Un claro ejemplo de uso y empleo es al situarse a ambos lados de la puerta. Sería absurdo y una locura que se apuntase el uno al otro, pudiendo aquí elegir entre arma arriba, abajo, o “SUL”. 3. Control del entorno En la misma puerta de control de cualquier base o acuartelamiento militar, el legionario del control está en posición “SUL”, por comodidad al poder cambiar su arma a encare, por visión sobre su alrededor, y en el caso del HK, por el propio tamaño del fusil. En control de masas o control contra motines no es descabellado no tener que estar apuntando a todo el mundo, por lo que esta posición es más que práctica. En una evacuación de un herido o personal VIP, al efectuar la evacuación puede ser que el personal a retaguardia no tenga que apuntar a la masa, para verla mejor y localizar una posible amenaza, y para evitar quizás una respuesta más violenta. Así, si entre la masa se localiza una amenaza se puede pasar rápidamente de “SUL” a arma encarada para eliminar la amenaza. Como conclusión, las técnicas de combate si no están bien enseñadas y a su vez aprendidas, no valen para nada. El boca a boca no es doctrinal y eso hace que se malinterpreten los conocimientos, por eso debemos buscar formar buenos instructores. Recuerden que para ser instructor no vale con hacer un curso. Hay que entrenar durante años, discutir las técnicas y aplicarlas, a ser posible en situaciones reales, no delante de un ordenador ¡Y nunca apunten a su binomio! 537 · IV-2016 37 La Legión


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