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Revista General de Marina 269 5 dic

RUMBO A LA VIDA MARINA A la hora de tomarles el folio a estos bichos —que son todos carnívoros y de simetría radial— para saber con qué seres vamos a tratar, señalaremos como característica, exclusiva y general en todos ellos, la presencia de una boca rodeada de tentáculos, en los cuales, así como en las paredes corporales del animal, aparecen unas células urticantes llamadas cnidocitos, que dan nombre al grupo. Los tentáculos sirven para capturar las presas que, previamente, han sido arponeadas o paralizadas por los cnidocitos bajo la acción de una toxina que desnaturaliza las grasas y proteínas de sus víctimas. Los cnidocitos funcionan de forma similar a un cañón de nuestros barcos o a las cerbatanas de flechas envenenadas con curare que emplean para cazar los indígenas amazónicos. El interior del cnidocito (el cañón) contiene un nematocisto (el proyectil) con una cápsula que cuenta con un tubo enrollado (la metralla). El nematocisto se dispara al accionarse un gatillo que maneja el cnidocito cuando percibe los estímulos táctiles o químicos originados por la presencia de una presa (fin alimentario, de carácter ofensivo) o de un enemigo (acción defensiva). En ambos casos el cnidocito se abre y el nematocisto sale disparado procurando la diana, en la que vierte su veneno. El fuego es múltiple y masivo, lo que explica el terror de los bañistas veraniegos ante el escozor que El cnidocito, de armas tomar. Explicación en el texto. (Fuente: www.biocrips.net). 2015 907


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