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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 845

to diario de 8.5 millones y que en el largo listado de objetivos destruidos muchos de ellos, vehículos en cantidades asombrosas, eran equipos estadounidenses que los yihadistas capturaron a las fuerzas iraquíes. Para los republicanos, que ahora dominan el espectro político en Washington, no deja de ser un sinsentido enviar misiones que cuestan decenas de miles de dólares a destruir equipos fabricados en Estados Unidos y cuyo valor real es escaso frente al coste de su destrucción. Mientras tanto la USAF sigue cumpliendo con una Operación que promete alargarse unos cuantos años más y cuyo resultado es una gran incógnita para todos los involucrados. F-35, UN PASO CON MUCHOS TROPIEZOS Y en pleno debate sobre la campaña en Oriente Medio, el pivote a Asia-Pacífico, la adecuación presupuestaria o la retirada o no del servicio activo de los A-10, la USAF sigue esperando la llegada del caza de quinta generación F-35. El “Lightning II”, o JSF (Joint Strike Fighter), será el avión de primera línea en Estados Unidos durante las próximas décadas y ya es el programa más caro en la historia del Pentágono (y del mundo en general). El coste de 2.443 unidades para la USAF, Navy y los Marines, incluyendo su adquisición, operación, mantenimiento y actualizaciones a lo largo de las próximas décadas ascenderá, finalmente, hasta el billón de dólares según la Oficina de Rendición de cuentas del Gobierno. Este gran programa multinacional pretende producir un aparato “furtivo” asequible y multi-role en 3 variantes: A, la convencional de la USAF; B de Despegue corto y aterrizaje vertical de los Marines americanos, Royal Navy británica, etc.; y el C embarcado para la Navy estadounidense. En el “Lightning II” participan Estados Unidos y Gran Bretaña (Nivel 1), Italia y Holanda (Nivel 2), y Australia, Canadá, Dinamarca, Noruega y Turquía (Nivel 3), con Singapur e Israel como “Security Cooperation Partners” y Japón como primer cliente de exportación. Con su entrada en servicio sustituirán en las diferentes fuerzas aéreas a los A-10, F-16, F/A-18, AV- 8B “Harrier”, Panavia “Tornado”, AMX y quizá a los F-15 y F-22. Hasta el momento se han construido más de 130 aparatos que han volado más de 28.500 horas de vuelo. Pese a la presión presupuestaria, los constantes problemas técnicos, el incremento de coste y las demoras, el Pentágono no tiene planes para cancelar la producción de este nuevo avión de combate, aunque no se sabe con certeza cuántos aviones se construirán y cuántos están dispuestos a comprar los socios extranjeros ya que la cantidad de pedidos ha ido disminuyendo según aumentaba el coste del programa (hasta un 68%), y el de los aparatos hasta 160 millones de dólares por unidad. En 2016, diez años después de su primer vuelo, la USAF contará con su primer escuadrón de F-35A con capacidad operativa inicial. Serán entre 12 y 24 aviones y con sus pilotos capacitados y equipados para realizar tareas básicas Apoyo Aéreo Cercano (CAS), interdicción, destrucción li- 678 La retirada de los A-10 está siendo muy polémica en EE.UU. El Osprey MV-22 puede despegar y aterrizar como helicóptero, pero vuela como un avión.


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