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REVISTA DE HISTORIA MILITAR 112

LA PARTICIPACIÓN DE LOS TERCIOS VASCONGADOS… 155 gatorio). No es por tanto extraño, ni era ninguna novedad, que en 1859 la consigna general fuese intentar evitar a toda costa el reclutamiento de los mozos sorteados por medio del enganche de voluntarios. En Gui-púzcoa y Vizcaya, en efecto, se utilizó este procedimiento en casi todos los casos (a fin de año se realizó el sorteo previsto, pero para entonces la inmensa mayoría de los pueblos tenían ya “ajustados” los sustitutos para cubrir sus respectivos cupos en lugar de los sorteados); en cambio, en Álava ese objetivo se consiguió en mucha menor medida –por las razones que ya apuntamos en el punto 2–, y en su caso buena parte del contingente hubo de proceder del sorteo. Para la captación de los voluntarios retribuidos, no existió un cri-terio común. Así, en Vizcaya los sustitutos fueron “gratificados” con 4.000 rs. (160 a la admisión, 1.840 a la presentación en filas y 2.000 a la salida del territorio vasco). Según destacaba el periódico Irurac Bat (20-11-1859), esta prima de 4.000 rs., más el prest diario, suponía para los trabajadores del campo, de las obras públicas, etc. la posibilidad de ganar en pocos meses unos 5.000 rs., lo que equivalía para ellos a “una pequeña fortuna” que “no es cosa de perder”, por comparación con lo poco que podían ahorrar con su salario laboral de 5 a 10 rs. diarios. En Guipúzcoa la Diputación reclutó directamente 164 hom-bres con una prima de 2.500 rs. (500 al tiempo de filiarse y 2.000 al regreso, al concluir el compromiso), y por su parte cada municipio para cubrir su respectivo cupo local ofreció cantidades diferentes. Así, San Sebastián hizo su enganche con una oferta de 4.000 rs., Tolosa, de 3.500…46 . En caso de fallecimiento, los parientes del finado perci-birían la parte de la gratificación pendiente de cobro. Evidentemente la práctica totalidad del personal reclutado procedía del pueblo llano, aunque hubo unos pocos jóvenes de familias acomodadas que dieron 46  Diputación Foral de Vizcaya: circulares de 19-11-1859 y 29-12-1859. A diferencia de las otras dos provincias, donde el coste de la sustitución de los cupos locales corrió a cargo de los respectivos pueblos, en Vizcaya sería la Diputación quien finalmente se hizo cargo del mismo, reintegrando a estos el dinero que habían anticipado para pagar a sus respectivos sustitutos (la corporación provincial abo-nó el primer plazo de este reintegro a partir del 1-6-1860, de un total de 4 plazos anuales previstos; circular de 18-5-1860). Para el cupo reclutado por la Dipu-tación Foral de Guipúzcoa: circulares de 14 y 17-11-1859. Para el cupo de San Sebastián: Armamento foral de Tercios de la MN y ML Ciudad de San Sebastián. San Sebastián, 1861. El caso de Tolosa: Archivo Municipal, E, 5, II, 5/2 (en con-creto, de los 3.500 rs. ofertados por esta villa, 1.000 se pagaron al ingreso, y 2.500 al regreso de África). En Álava, la ciudad de Vitoria ofreció 3.000 rs., de ellos 500 de entrada y 2.500 al regreso (ECHEVERRÍA, S. de: “Don Carlos María Latorre, jefe de los Tercios Vascongados en la Guerra de África”, en Vida Vasca, 11, 10-1-1934, p. 15).


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