Page 242

REVISTA DE HISTORIA MILITAR 112

248 ENRIQUE GUDÍN DE LA LAMA Por su parte, Abd el-Krim, en sus memorias de 1927, tampoco se atrevió a aventurar que Silvestre se hubiese suicidado: Quant aux conditions de la mort du général Sylvestre, qui succomba au cours de la bataille avec son état-major, je ne les connais point. C´est un petit Rifain qui vint nous informer qu´il avait découvert le corps d´un général tombé ou milieu de ses officiers, et il me remit son ceinturon et ses étoiles. Quand je parcourus le terrain, à la fin du combat, il me fut posible, sur ses indications, de retrouver le corps et d´identifier les restes du général. C´est tout ce que je peux te dire24. El suicidio como tópico Tal como expone Pando Despierto en su Historia secreta de Annual, “la muerte de Silvestre en Annual forma parte de la épica española y aún de la epopeya militar. Es un clásico. Es el fin del hombre desesperado mas ya tranquilo; el general trastornado más que equivocado; del mili-tar que salva el honor del Ejército cuando tantos otros jefes y oficiales buscaron solo salvar sus vidas y pertenencias; del valeroso jefe de un ejército que no tuvo la valentía de dimitir ante su ministro ni ante su Rey; del servidor honesto de un Gobierno y del buen amigo de un alto comisario. Entre todos lo dejaron suicidarse antes de él hacerlo”25. La cita es un exponente de esa percepción del suicidio como una realidad “cultural”, acorde con ese tipo de situaciones. Una reacción lógica entre los oficiales del ejército de África ante los problemas de la vida –del tipo que fuese: deudas de juego, tribunales de honor o caer prisioneros de los moros– y para los que no vislumbrasen otra salida. Aparte del de Silvestre, hubo otros suicidios en aquellos días que alcanzaron cierta resonancia y no tenían la connotación heroica que se le quiso dar al suicidio del general. Ese fue el caso del suicidio del alférez Mafioli, al que se refirió el diputado Nougues del 16 de noviembre de 1921 en el Congreso. Mafioli estaba de jefe de posición en el blocao Mezquita, pegado a Melilla, junto el barrio del Real, el 31 de agosto de 1921. Durante la noche la posición sufrió varios ataques cada vez más violentos. Los de-fensores consiguieron rechazarlos a costa de muchas bajas: nueve muer- 24  ABD EL-KRIM: Mémoires d’Abd el Krim / recueillis par J. Roger-Mathieu. Li-brairie des Champs Elysées, París, 1927, pág. 102. 25  PANDO DESPIERTO, Juan, op. cit., pág. 169.


REVISTA DE HISTORIA MILITAR 112
To see the actual publication please follow the link above