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BOLETIN INFANTERIA MARINA 22

HISTORIA MARTÍN ÁLVAREZ: SU VIDA, SUS HAZAÑAS El día 1 de febrero de 1797, la flota española, al mando del Teniente General, don José de Córdoba y Ramos, recibe la orden de dirigirse a Cádiz, con veinticuatro navíos y tres fragatas. El fuerte viento reinante en la zona no sólo le impide llegar a su destino, sino que lo arrastra hasta San Vicente, donde decide anclar, a esperar mejor tiempo. La Flota inglesa parte de Lisboa con quince buques, hacia ese mismo punto. Al amanecer del día 14 de febrero el Almirante John Jervis, a bordo del "Victory", no se dio cuenta de la presencia de la escuadra española hasta que la divisó en el horizonte, entonces fue consciente de su inferioridad. Dudaba Jervis en retirarse o entrar en combate, cuando el comodoro 56 BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA Nelson informa desde el "Captain", la situación exacta de los buques españoles y recomienda presentar batalla. El Almirante Jervis no lo pensó más. Organizó su flota en líneas cerradas para mantener la concentración toda la noche, puso dos fragatas al frente y se dirigió hacia la escuadra española. La espesa niebla reinante en la zona no permite observar a la escuadra española como los ingleses se acercaban hacia sus posiciones dispuestas a entrar en combate; eran las 11:00 horas. Entabladas las hostilidades, tres navíos ingleses tomaron "el San Nicolás de Bari", el "San José" y el "Trinidad", que no pudieron aguantar mucho a pesar de haber luchado al límite de sus fuerzas. Vinieron en su ayuda el "Pelayo" y "El Salvador del Mundo". Éste último fue apresado junto al "San Isidro". Ante semejante situación, don José de Córdoba informa a los otros buques que se iba a rendir. El Comandante del "Pelayo", don Cayetano Valdés, no estuvo conforme con tal orden, encañonó al "Santísima Trinidad", advirtiéndole que si arriaba bandera lo consideraría enemigo y lo hundiría. Córdoba comprendió que era preferible morir ante los ingleses que ante sus propias fuerzas. Después de varias horas de lucha, los ingleses se retiraron dejando el camino libre hacia Cádiz por donde huyó Córdoba; ni siquiera fueron perseguidos. La batalla había sido un éxito sin comparación; cinco gloriosas horas para Jervis, Nelson y para la armada inglesa. "Victory" Enarbolaba la Insignia del Almirante Jervis El "Pelayo" auxiliando al "Santísima Trinidad" en la Batalla Naval de San Vicente El "Santísima Trinidad" Navío General de la flota española enarbolaba la insignia del Almirante Córdoba


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