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BOLETIN INFANTERIA MARINA 22

MARTÍN ALVAREZ: SU VIDA... Después de dos meses en Cartagena, salen para las islas de San Antioco y San Pedro que fueron arrebatadas a los franceses. En esta contienda fue su bautizo de fuego, dando muestra de gran coraje y valor. A principio del año 1794 forma parte de la dotación del navío "San Carlos" que salía hacia América. El 26 de enero de 1796 embarca en el "Santa Ana", rumbo a Cartagena, y allí pasa a la guarnición del "Príncipe de Asturias". El día 1 de febrero de 1797 embarca en el "San Nicolás de Bari", un navío de 80 cañones, al mando del Brigadier don Tomás Geraldino. Martín alvarez: el héroe. El 14 de febrero la escuadra inglesa por medio del vigía del "Victory", buque que enarbolaba la insignia del Almirante Jhonn Jervis, divisa a la escuadra española que navegaba sin orden de combate en dos grupos separados. Comenzadas las hostilidades, el "San Nicolás de Bari" es abordado por el navío "Captain" al mando del Comodoro Nelson. Los ingleses se apoderan del navío español y en su cubierta Nelson toma los sables de los españoles muertos y los va entregando a sus soldados. Pero, todavía no estaba todo conquistado. Sobre toldilla, donde se enarbola el pabellón español, está Martín Alvarez de centinela, que al tiempo que grita al inglés "ANTES LA MUERTE QUE LA BANDERA", arremete contra el Sargento Mayor Willians Norri que venía en cabeza dispuesto a arriar y apoderarse de la bandera, atravesándole de parte a parte dejando clavado su cuerpo en el mamparo de un camarote. Tal fue la fuerza con que propinó la estocada que no fue capaz de recuperar el sable. Se le echa encima el enemigo, y herido de un balazo en la cabeza salta al alcázar, donde ve a su comandante herido; se acerca a socorrerle y éste le dice: "Granadero, di a tus compañeros que ninguno se rinda, sino después de muerto". Todavía le quedan a Martín fuerzas para seguir luchando al lado de su comandante muerto y con su fusil, usándolo a modo de maza, mata a un oficial, hirió a dos soldados, después de casi una hora de lucha, y por la gran cantidad de sangre perdida por la herida de la cabeza, cae desmayado, dándole los ingleses por muerto. Sólo entonces y cuando en el navío El Granadero Martín Alvarez no queda en pie un solo defensor, puede el inglés arriar la bandera del San Nicolás de Bari. Todos los caídos reciben el mismo trato: los lanzan al mar con una bala de cañón atada a los pies. Cuando Nelson llega al cuerpo de Martín Álvarez ordena que sea envuelto en la bandera que tanto había defendido. Entonces se da cuenta de que todavía BOLETÍN DE LA INFANTERÍA DE MARINA 59


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