Page 42

LA LEGION 523

>> Colaboraciones LOS OTROS NAZARENOS R. Gómez Ravassa Esta colaboración, necesariamente, va a ser corta. Corta porque el tema duele y no hay que hacer leña. Se ha puesto de moda, lastimosamente casi de forma mayoritaria cuestionar, en clave económica, la asistencia o no, de militares en nuestros desfi les procesionales. Y claramente, no estoy de acuerdo. Con independencia del debido respeto a quien mantiene “otra forma de procesionar”, absolutamente legítima y que no tiene cabida en este comentario, Dios me libre, estamos los que defendemos, por tradición, por cariño, si se quiere, por estética y sobre todo, por agradecimiento, la presencia de representantes de las Fuerzas Armadas en virtud de hermanamientos, patronazgos, afi nidad y también, por tradición más o menos arraigada, en las procesiones de Semana Santa de nuestra Málaga, la Bella, según el poeta, y la gran madrastra para consigo misma, según muchos de nosotros. No voy a remontarme al siglo XVII, en el que, a la sombra de la “coofi cial” cofradía de Las Angustias, del convento de San Agustín, nace la hermandad de Las Lanzas (1.640), de la misma forma, que veintiún años después, la Hermandad de Arcabuceros se crea y une con la otra “coofi cial” cofradía malagueña de la época, la de la Soledad de Santo Domingo. Son hermandades que cumplen una función paramilitar con el deber de acompañar años del inicio de nuestras corporaciones nazarenas, ofreciendo vistosidad, seguridad y acompañamiento. Es notoriamente conocida la relación de la Armada Española con la cofradía de la Soledad con motivo del hecho milagroso del salvamento de una fragata en las costas de Málaga, atribuido sin dudas a la intercesión de la Santísima Virgen dominicana. Más de doscientos cincuenta años sin faltar ninguno Congregante de MENA Legionario de Honor acompañando a la Madre, y presentando sus votos de agradecimiento en la Misa de Privilegio, por parte de una alta representación de los marinos españoles, también sin solución de continuidad hasta que por motivos litúrgicos, esa Misa fue suspendida. Pero siguen viniendo a Málaga a renovar su devoción. Por concesión real, la Archicofradía de la Sangre, tiene el derecho de procesionar el Pendón Morado de la Corona, que conllevaba protocolariamente, honores militares que durante muchos años, exactamente mientras Málaga contó con guarnición militar, se le rindieron, contando en la procesión con la presencia de una unidad del Regimiento con sede en nuestra ciudad. Posteriormente, en el siglo XIX, son múltiples las notas de presencia de fuerzas militares en el acompañamiento de igualmente numerosas cofradías. No hay más que releer al Padre Llordén y Sebastián Souvirón para conocer esta circunstancia. Ya en el siglo XX, el ejemplo más señero es la vinculación, desde 1.928 de La Legión Española con el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, a quien rinden honores como Protector del Cuerpo, en cada acuartelamiento cada vez que se entroniza, presidiendo, todas las formaciones que durante el año se celebran. Y sin contar su presencia ininterrumpida –salvo los años comprendidos entre la quema de conventos, en mayo de 1.931 hasta el fi nal de la guerra civil- en nuestra ciudad, dando señal de respeto y devoción durante las guardias de honor y posterior desfi le procesional. Hay otras muchas relaciones Fuerzas Armadas- Cofradías, y ello por diversos motivos, casi tan profundos como los citados anteriormente. Pongamos 40 523 · II-2013


LA LEGION 523
To see the actual publication please follow the link above