Page 12

MEMORIAL INGENIEROS 90

JULIO 2013 11 el HAR, en general, y, en particular, el HRFA es especialmente apto para usos milita-res, ¿por qué no comprobar si una unidad de zapadores es capaz de poner en obra un hormigón de altas prestaciones? Y esto fue lo que realizamos en el Regimiento de Ingenieros número 8 (RING 8) de Melilla cuando estuve al mando de su Batallón de Zapadores (BZ). El problema al que nos enfrentábamos presentaba dos facetas importantes: por un lado, la relación a/c y, por otra parte, la trabajabilidad (o docilidad del hormigón a la hora de ser colocado y compactado en obra). Además se encararon otros problemas menores, como son: la disponibilidad del humo de sílice y plastificantes, áridos de poca calidad y mala granulometría y cierta falta de medios técnicos. La relación a/c es uno de los parámetros más antiguos usados en la tecnología del hor-migón. El valor a/c se toma como una relación de masas. Con respecto al cemento no suele haber problemas porque se trata de un peso bien definido. Sin embargo, en lo que concierne al agua, interesa aclarar que se refiere a la cantidad de agua disponible para la hidratación del cemento, excluyendo la añadida en la mezcladora y que es absorbida por los agregados minerales si estos tienen una humedad inferior a la que les corres-pondería como “saturados con superficie seca”. El agua disponible para la hidratación ocupa un espacio que posteriormente será ocu-pado por los productos de la hidratación del cemento, o bien permanecerá vacío. Des-de Féret en Francia en 1892 y Duff Abrams en Estados Unidos en 1919, se ha asumido que ese vacío inter-viene en la resistencia del hormigón. Abrams demostró en su día que cuanto más baja es la relación a/c, tanto mayor es su resistencia, obe-deciendo su ley a una ecuación ex-ponencial del tipo: σcm = KA 1.5(a/c), en la que σcm es la resistencia a com-presión a una edad determinada y KA es una constante que depende del tipo de cemento. Una simplifica-ción de la fórmula de Abrams pro-puesta por la doctora Alaejos tiene la forma: σcm = e7.3-2.17(a/c) (Alaejos Gu-tiérrez, 1995). Influencia de la relación a/c en la resistencia a compresión del hormigón (adaptado de Neville, Properties of Concrete, 1963) En la ilustración anterior podemos ver que la resistencia de un hormigón completamen-te compactado resulta inversamente proporcional a la relación. Sin embargo, la curva muestra que el rango de validez de esta ley es limitado: con valores muy bajos en la re-lación y una deficiente compactación, el volumen de huecos que queda en la masa del hormigón es muy grande y la resistencia disminuye drásticamente (García Pérez, 2004). Las relaciones normalmente empleadas para el HAR varían entre 0.35 y 0.45. La segunda faceta enunciada hace referencia a la trabajabilidad. Amasar una mezcla con relaciones a/c tan bajas ya es difícil, pero se hace especialmente complicado con la adición de fibras metálicas por la formación de “erizos”. Aunque las amasadas no eran muy voluminosas, se encontraron muchas dificultades para manejar unas masas tan secas (descenso cero en el cono de Abrams). En esa mezcla tan seca se añadían las fibras metálicas. La operación de amasado llevaba mucho tiempo hasta que se conse-guía una perfecta homogeneización de las fibras en el interior de la pasta.


MEMORIAL INGENIEROS 90
To see the actual publication please follow the link above