«sede central» de la misma, ya que la ubicación de facto de la Décima (se traslada) actualmente y de manera casi constante en los últimos años a las plataformas de prácticamente cualquier fragata que ha participado en ejercicios o misiones, también a bordo de Buques de Acción Marítima y Buques de Desembarco Anfibio. Así, desde su creación, la Décima Escuadrilla ha estado presente en prácticamente todas las misiones operativas que ha realizado la ARMADA a nivel internacional, algunas de ellas la operación «Sharp Guard» de embargo a la antigua Yugoslavia, «Libertad Duradera» de lucha contra el terrorismo en el océano Índico, el despliegue en el Líbano, la guerra de Irak integrada dentro del grupo del portaviones americano T. Roosvelt, las agrupaciones permanentes de la OTAN por el Mediterráneo y el Atlántico y en la intervención de la coalición internacional de la ONU «Unified Protector» en Libia entre otras; actualmente además en la operación de la U.E. «Atalanta» (en la que ha participado de manera casi constante desde su inicio en 2009) y en las operaciónes de la OTAN «Active Endeavour» (única operación contra el terrorismo) y «Ocean Shield» de lucha contra la piratería en el océano Indico. Además de este empleo operativo, prueba evidente e irrefutable del compromiso de España con la comunidad internacional, la Décima ha participado en numerosos ejercicios y despliegues tanto nacionales como internacionales. Con todo ello, los Sea Hawks españoles (o Spanish Hawks, como se les conoce cariñosamente en algunos ámbitos internacionales) suman numerosas experiencias y horas de vuelo en los cielos de todos los mares en los que navega España. Como ejemplo, a mediados del año pasado se alcanzaron las 3.000 horas voladas en operaciones reales sólo en la misión «Atalanta», en el océano Índico. Pocas evidencias más puede haber del acierto de la Armada en adquirir este tipo de aeronave. En una época de crisis, cuando todas las unidades han sufrido recortes, la Décima Escuadrilla ha mantenido e incluso incrementado su nivel de actividad. Esto representa un gran esfuerzo para todo el personal de la unidad, que además de los trabajos que se han de efectuar en base, realizan una media de más de 120 días al año embarcados. Y con todo ello (o pese a todo), se logra mantener un nivel de preparación, profesionalidad y eficacia que hace posible la correcta ejecución de todas las misiones principales y secundarias de la aeronave y de la Escuadrilla, exprimiendo al máximo y siempre con la máxima seguridad las capacidades de su gran plataforma. Pero no sólo un gran helicóptero, sino también el esfuerzo y profesionalidad de todo personal que formó o sigue formando parte de esta Escuadrilla, es lo que hace posible 6 BIP Costas de Somalia vistas desde la puerta de cabina. Volando con una agrupación de la OTAN.
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