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que les hicieron, que Franco con buen humor gallego telegrafió al Rey diciéndole: El recibimiento ha sido entusiasta: Creo que saldremos con vida de esta ciudad. A pesar del éxito del raid, Franco, no se dio por contento y envió al Gobierno el proyecto de vuelta a España con el Plus Ultra. El regreso sería por la Costa del Pacífico, Cuba, Estados Unidos y el Atlántico Norte (vía Azores) y así el "Plus Ultra" habría visitado más países americanos de habla española y hubiera efectuado la doble travesía del Atlántico. Mientras tanto, el Plus Ultra fue varado y sometido a una revisión de célula y motores. Los días siguientes, los dedicó Franco a preparar el viaje de regreso. El día 21, Franco recibió la orden del Gobierno español, de finalizar en ese punto el raid, y tras una visita prevista a Montevideo, el Plus Ultra sería un presente de España a Argentina. Días más tarde se hizo la entrega oficial del hidro, con Franco no muy de acuerdo con ésta decisión. El regreso de la tripulación, se efectuó en el crucero Buenos Aires que el Gobierno argentino ofreció para devolverlos a España. El día 5 de abril el crucero llegaba a Huelva, donde la ciudad estaba imponente de gentío, animación y entusiasmo. El Rey dio la bienvenida a los héroes a bordo del crucero Cataluña. Y luego marcharon en dicho buque a Sevilla, donde inauguraron con su paso el puente levadizo de Triana. Si los recibimientos a los aviadores españoles en los finales de etapa, en América, y de un modo especial en Buenos Aires, fueron apoteósicos, y demostraban la importancia de la gesta, en España, la alegría y el entusiasmo no tuvieron límites. La resonancia del vuelo del “Plus Ultra” fue enorme en nuestra patria donde exaltó el orgullo patriótico. Puede decirse que la crisis del “Desastre del 98” se cerró con este vuelo de Palos de la Frontera a Buenos Aires. Por último recordemos lo que fue del avión Plus Ultra desde que arribó a Buenos Aires. Por voluntad de S.M. Alfonso XIII, la aeronave fue donada a la República Argentina. El 11 de marzo fue el día fijado para su entrega a Argentina. El acta de entrega fue suscrita por el propio comandante Franco ante el Ministro de Marina argentino, almirante Domecq García y el encargado de Negocios de España, Alfonso Danvila. El Plus Ultra, ya propiedad de Argentina, fue instalado en la Exposición Rural de Palermo, hasta que en 1927 fue llevado a la isla Maciel. El hidro fue utilizado por la Aviación Naval argentina en distintos servicios, especialmente postales y en la zona austral del país. Posteriormente, ya casi en estado de casi abandono estuvo en un depósito en San Andrés de Giles, hasta que en diciembre de 1936, pasó al Museo Histórico de la ciudad de Luján (Buenos Aires). En 1940 ya, –casi definitivamente– se expuso en el pabellón principal del Museo de Luján. Hemos dicho –casi definitivamente– pues el Plus Ultra por dos veces ha salido de su retiro para regresar a su punto de partida: España. La primera, travesía en sentido inverso la efectuó embarcado en un buque de carga, desarmado y maltrecho, para ser exhibido, en 1968, en el Pabellón de Argentina de la Feria Internacional del Campo que cada año se celebraba en la Casa de Campo madrileña. La segunda, ya en 1985, tuvo otras connotaciones. España quiso enmarcar en los actos conmemorativos del Quinto Centenario del Descubrimiento de América, un acto de homenaje a los tripulantes del Plus Ultra, Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Juan Manuel Durán y Pablo Rada- que sesenta y seis años antes habían realizado el trayecto Palos de la Frontera-Buenos Aires de 10.270 km. Para ello, se pensó restaurar el avión y hasta realizar un segundo vuelo de España a Argentina en él. Bajo el auspicio de la comisión nacional española, la empresa española CASA, se encargó de la compleja restauración del aparato. Al obtenerse el visto bueno de las autoridades argentinas, el avión fue trasladado a la factoría de CASA en Sevilla. El 13 de junio de 1985 el avión se desmontó en el Museo de Transportes de Luján y se trasladó por vía aérea y marítima a Sevilla, donde llegó el 16 de agosto. Hasta junio de 1986 se realizaron las tareas principales de inspección, diseño de la restauración, limpieza y tratamiento de las áreas generales (todas con gran corrosión), fabricación de piezas idénticas a las originales y reparación y montaje de subconjuntos. Desde dicha fecha hasta el 21 de diciembre de 1987, se completaron las tareas de restauración, se realizó el montaje final de todos los subconjuntos, se ajustaron los mandos de vuelos, se entelaron artesanalmente las alas y superficies de cola y finalmente se pintó el hidroavión. A la vista de lo expresado en el párrafo anterior, se evidencia se estaba preparando el avión para volver a volar. Al final, la sensatez volvió a brillar y se decidió que el avión volviera a su lugar de reposo por vía marítima. Para ello, el 4 de marzo de 1988, en tres camiones especiales, parte hacia el puerto de Cádiz para ser embarcado en el buque Santa Inés hacia Buenos Aires donde llegó el 9 de julio de 1988. Después se traslada al Museo de donde salió tres años antes, sin cumplir su propósito de volar, pero con una intervención de mantenimiento que le garantiza a esta aeronave histórica un periodo muy prolongado en el futuro sin daños 115


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