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del pasado y guía de nuestras perspectivas de futuro. Se acordó contemplar dos grandes periodos (pre y posguerra civil), a reserva de extensión e introducción en el capitulado. Así que se han añadido al programa los trabajos de Rafael de Madariaga y de Jaime de Montoto. Dicho lo anterior, no está de más añadir algunas consideraciones que no se han contemplado por los autores citados, bien por ser de general conocimiento, bien por haber pasado por alto, inconscientemente, el carácter eminentemente divulgativo que se quiere dar a todo el contenido del número. Entre ellas: la existencia y actividades de la Cátedra Kindelán (cuyas publicaciones pueden bajarse de la red), qué es lo que se entiende por “doctrina aérea” y a dónde va el Ejército del Aire, con los satélites, los misiles de largo alcance y los vehículos de combate no tripulados. Vamos a la imprescindible definición, cuya precisión deslinda los temas y evita “confundir la gimnasia (orgánica de la fuerza) con la magnesia (empleo de los medios)”… y como aquí no vamos a entrar en táctica, estrategia o arte militar, buscamos la esencia del concepto en los pragmáticos USA. Su Centro de Doctrina de la Fuerza Aérea (cuyo Cuartel general -HQ AFDCradica en la Base de Maxwell, Alabama, directamente subordinado al jefe de EM de la USAF) dice: “Doctrina es una declaración de creencias sancionadas oficialmente y de los principios de combate que expresan claramente los mejores métodos para llevar a cabo operaciones aeroespaciales” . Así de simple, por mucho que se nos hable de Trenchard, Dohuet, Mitchell ó Lance Smith. Y se añade a continuación “Los comandantes deben basar sus decisiones en los principios doctrinarios, pero la doctrina no los restringe o limita sus opciones de combate”. La doctrina se origina en las experiencias de combate y de las perspectivas de conflicto de los hombres del aire. Perspectiva tridimensional, comparada con la bidimensional de la fuerzas de superficie, que ven las batallas como líneas en un mapa, mientras el vuelo permite la utilización de la fuerza con un grado de velocidad, alcance y flexibilidad claramente diferente. Así que hay que apencar con la “guerra aséptica”, la vigencia de Clausewitz y el papel cada vez más importante de la tecnología (como destrucción masiva –irracional– y como negocio –algunas guerras limitadas–…). Con esto recordamos que los textos legales no dejan de ser sólo orgánica y leamos a Madariaga y a Montoto con su recordatorio de organización, tácticas, técnicas, polémicas y personalidades que destacaron en los pioneros “Cursos de Mando” de los años 20, y en la “información para coroneles” de los 30. Y aquí, un tributo a las publicaciones sobre arte militar de “Aérea”, “Revista de Aeronáutica”, “Ejército”, “Revista General de Marina” etc., sin olvidar las Reglamentaciones de la OTAN, UEO y ONU, imprescindibles “Ripaldas” de nuestros Estados Mayores. IX.– DESDE 1978 HASTA HOY En 1978 la Academia General del Aire, dirigida por el coronel Michavila, recibía a la recién ingresada 33 Promoción, que ha cumplido, con el centenario, 33 años de servicio. Sus componentes, en la reserva, son ya historia reciente. Relatar sus vicisitudes sería repasar minuciosamente las últimas tres décadas del Ejército del Aire. Sería más ameno, pero faltaría espacio. Los autores que se han responsabilizado de hacerlo, no llegan a tanto: son más “modernos” y prácticamente en activo por lo que también han sabido extractar tan amplio período con sólo recordar sus destinos, cursos, mandos y documentación personal. Con un lenguaje muy “profesional”, que a algunos puede resultar monótono, pasan lista rigurosa a las actuaciones, proyectos y realizaciones cuyo desempeño ha convertido a nuestra fuerza aérea en algo totalmente nuevo, con una ejecutoria imponente. Esperamos que la sorpresa y admiración que sentimos los nostálgicos de la Bücker y el T-6 ilustren adecuadamente a los lectores más actualizados que nosotros en la inteligencia de que el espíritu que mueve el Eurofighter es el mismo que hace casi un siglo alentaba en el vuelo “a la española”. A modo de resumen sólo nos queda aludir a lo que podría ser un vademécum de lo tratado en este capítulo, escrito por el general Yaniz, coronel Armero, coronel De las Heras, teniente coronel Carmelo Hernández y coordinado por el general Uribarri. Su inevitable extensión, acorde con los muchos años contemplados ya ha sido aludida al principio y sus igualmente inevitables reiteraciones se han reducido al mínimo, tratando de mantener una perspectiva uniforme. Igualmente se añaden listas de acrónimos, imprescindibles dada la “jerga” que prolifera en la redacción de cualquier noticia o actuación técnica profesional. Dicho esto, apuntemos que el trabajo se inicia con una revisión orgánica muy completa que principia con el Programa ORGEA y la reorganización de 1978 (RD 1108/78 y concordantes, directivas y órdenes ministeriales que se citan y estudian detenidamente). Sigue la del año 1991, donde se exponen las OM-23/91 y OM-192/96 y se pasa revista al apoyo a la fuerza, nuevos mandos, regiones, bases y alas etc. La reorganización de 2002 (RD 912/02), se explica detalladamente hasta llegar a la Ley Orgánica 5/2005, de la Defensa Nacional (referida, claro es, al EA). Finalmente, el RD 416/06, sobre el despliegue de la Fuerza de los tres Ejércitos, da pie a la descripción detallada de la unidades del MACOM y las cifras, por especialidades, de las 484 aeronaves operativas: 44 F-1; 89 F- 18; 13 EF-2000; 7 P-3; 41 transportes y 290 varios. Tras la clara, pero ciertamente agotadora presentación de la estructura anterior se presentan los “sistemas de armas”, hoy expresión habitual para un concepto que, como muchos otros, resultaba exótico a las generaciones anteriores. Se trata aquí del FACA y del EFA, de la aviación de transporte, del VIGMA (vigilancia marítima), del FATAM II, del Airbus A-400M, de los helicópteros y su modernización y de los aviones de enseñanza. Todos los programas citados se tratan con la cronología y detalle operativo requerido, por lo que se produce la convergencia, ya citada con “El nuevo ordenamiento industrial” de Jose Antonio Barragán. Finalmente se explica el sistema de mando y control y las unidades de apoyo al despliegue aéreo con especial atención al Escuadrón EADA . La internacionalización del EA y su participación en las operaciones de la ONU han sido redactadas por el general Yaniz y el coronel Armero, respectivamente. El primero, recientemente retirado y miembro del SHYCEA y el segundo todavía en activo dan buena cuenta de la destacada presencia española en operaciones aéreas internacionales de todo tipo. No cabe aquí más comentario que alabar el impresionante listado a medio camino entre un preciso informe de Estado Mayor y un precioso documento para la Historia. 15 Con los Acuerdos de Washington coexistieron dos flotas, la supersónica y la vetusta, que permitía al mismo piloto encaramarse a un reactor de caza y, acto seguido, a un utilitario Ju-52 ó un He-111 coexistieron dos flotas, la supersónica y la vetusta, que permitía al mismo piloto encaramarse a un reactor de caza y, acto seguido, a un utilitario Ju-52 ó un He-111, ante la ingenua admiración de los colegas norteamericanos de las Bases conjuntas ansiosos de tripular esos aviones museables y anotarlo en sus “log-books”


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