nacional información sobre la muerte del cabo Soria Pedro Morenés afirma en el Congreso que el casco azul español falleció por varios errores de las fuerzas israelíes LA muerte del cabo Francisco Javier Soria Toledo, acaecida el pasado 28 de enero en la misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL), se debió a una «cadena de errores» de las tropas israelíes. Así lo aseguró el ministro Pedro Morenés cuando el 14 de abril compareció en la Comisión de Defensa del Congreso para informar sobre este suceso, a petición propia. El titular del Departamento explicó que el periodo de dos meses y medio transcurridos entre el día en que un proyectil de 155 milímetros de la artillería israelí mató al casco azul, en la frontera entre ese país y el Líbano, y el de la comparecencia, se debió a la necesidad de que concluyeran las distintas investigaciones sobre lo sucedido: la de la ONU, la española y la hispano-israelí. «Cada una con sus matices y atribuciones —indicó—, una vez sumadas y puestas en común arrojan una luz coincidente sobre los hechos». FUEGO CRUZADO Según el relato que expuso Pedro Morenés, en torno a las 11:25 (hora local) del 28 de enero se produjo un doble ataque de la milicia libanesa Hezbolá en las proximidades de la posición 4-28 de FINUL, mediante el lanzamiento de misiles antitanque a un convoy del Ejército israelí y de varios cohetes contra el territorio del mismo país. Ello hizo que el contingente español en la zona activase el correspondiente plan de protección, en el que participaba el cabo Soria, situado en la torre sur de observación de la posición 4-28. Esta torre, de diez metros de altura, tiene tres pisos y paredes de hormigón armado con cristales blindados. A las 11:39, las fuerzas israelíes pidieron a FINUL que permanecieran en sus posiciones seguras, ya que iban a responder a los ataques de Hezbolá y necesitaban cobertura de artillería para proteger la atención y evacuación del convoy atacado. Ocho minutos después, a las 11:47, se recibieron las primeras noticias del fuego de artillería israelí. A las 11:56 se desencadenaron las acciones de contrabatería con fuego de morteros y piezas de artillería, en las que se batieron varias zonas localizadas en el área de despliegue de las tropas españolas próximas a la Blue Line, que separa el Líbano de Israel. Estas acciones se prolongaron durante unos 45 minutos, identificándose más de 30 disparos. Hezbolá contestó al fuego con un nuevo lanzamiento de cohetes. Uno de los proyectiles, procedente de una batería israelí situada a unos 16 kilómetros de distancia, impactó poco antes de las 12:30 en la torre donde se encontraba el cabo Soria. Casi simultáneamente, en el entorno de la posición 4-28 se registraron otros nueve impactos de proyectiles de artillería de 155 milímetros, así como diversos impactos de granadas de mortero fumígeno de 120 milímetros. A las 13:20 la célula de estabilización que El ministro de Defensa acudió el 14 de abril fue a recoger al militar español certificó su fallecimiento. El fuego cruzado cesó a las 15:45. Se contabilizaron 118 proyectiles israelíes y 60 de Hezbolá. CONCLUSIONES Morenés indicó que Israel pretendía alcanzar localizaciones de Hezbolá situadas a unos 500 metros tras la posición 4-28, pero que cometió «varios errores». El principal, según manifestó, fue la asunción de un «riesgo excesivo» al considerar como distancia de seguridad menos de 500 metros respecto al objetivo. El ministro de Defensa advirtió, asimismo, que los artilleros israelíes no disponían de ningún método de observación de los impactos, por lo cual no podían efectuar la corrección de tiro; que la planificación sólo atendió a la planta de las instalaciones de FINUL, no al alzado, omitiéndose así la existencia de un obstáculo de diez metros de altura; que no se tuvieron en cuenta con exactitud los márgenes de error producidos por el viento, que soplaba entonces a una velocidad de 30 a 45 kilómetros por hora, lo que puede provocar variaciones en el tiro de más de 300 metros; y que se disparó al máximo alcance eficaz del arma, lo que aumentó la probabilidad de error. 28 Revista Española de Defensa Mayo 2015
REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 317
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