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REVISTA ESPAÑOLA DE DEFENSA 317

Mayo 2015 Mariano Rajoy junto a Federica Mogherini en la reunión de Barcelona de los titulares de Exteriores de la UE y el sur del Mediterráneo el pasado 13 de abril. Una prioridad para España LA seguridad en el sur del Mediterráneo y Oriente Próximo es un tema prioritario de la política exterior y de seguridad española. La amenaza yihadista ha multiplicado exponencialmente en los últimos meses el número de refugiados. Y España es consciente de que mientras no exista una alternativa de estabilidad en los países de origen, la gente seguirá huyendo en busca de la paz. Así lo reafirmó Mariano Rajoy en su reciente viaje a Malí y Senegal (ver página 6 de este número). «La única manera de cambiar la realidad es abordar la situación de raíz» indicó el presidente del Gobierno durante la reunión extraordinaria sobre seguridad y yihadistmo celebrada en Barcelona el pasado 13 de abril, tan sólo una semana antes de la tragedia frente a las costas de Sicilia. Con un enfoque nuevo de la política regional en la que la colaboración entre las dos orillas se considera imprescindible, la ciudad Condal acogió la primera reunión en siete años de los 28 titulares de exteriores de la Unión Europea y sus homólogos de Jordania, Egipto, Marruecos, Túnez, Argelia, Palestina, Líbano e Israel. No fueron invitados los representantes de Libia y Siria debido a la situación interna de sus países. La declaración final enfatizó en la necesidad de trabajar conjuntamente para atajar el terrorismo y la inmigración ilegal además de asumir entre todos el drama de los refugiados políticos (Jordania tiene en su territorio cerca de dos millones de sirios). Días después, en la Cumbre Extraordinaria del 23 de abril, Mariano Rajoy respaldó la potenciación de la operación Tritón (España participa con un buque de la Guardia Civil y un avión de vigilancia) e insistió ante sus socios europeos en la conveniencia de respaldar una misión de las Naciones Unidas que sirva de paraguas para una intervención militar que contenga la avalancha de inmigrantes. «La mejor manera de evitar que las personas se ahoguen es impedir que embarquen en Libia» aseguraron fuentes diplomáticas españolas. España, que en este momento ostenta un sillón de miembro no permanente en el Consejo de Seguridad, aboga por una misión —aún por definir— que podría incluir el hundimiento de buques en puerto cuando estén vacíos (algo que ya se ha hecho en la misión de Atalanta) o el despliegue de una fuerza policial en suelo Libio para ayudar al control de fronteras y la estabilización del país. Para profundizar en lo debatido en esa Cumbre, el presidente del Gobierno decidió adelantar una semana la prevista reunión el Consejo de Seguridad Nacional e incluir como único punto del orden del día el drama de la inmigración. En el Consejo, el máximo órgano de defensa de España (lo preside Rajoy, salvo que asista el Rey Felipe VI e integrado además por todos los ministros salvo el de Educación, el JEMAD, el Director del CNI y el director de Gabinete de presidencia) se barajaron las opciones que presentará España en la reunión de la Unión Europea del próximo mes de junio para, por un lado, poner freno al drama humano en el Mediterráneo y, por otro, fomentar la estabilidad en los países de origen. Andreu Dalmau/EFE el Este, Rusia y Ucrania libran una guerra soterrada que vaticina un cada vez mayor número de desplazados ucranianos; el conflicto de Siria ha generado más de ocho millones de refugiados y cuatro millones de desplazados internos intentado salir del país; y la resaca de la primavera árabe ha convertido a Libia en un estado sin control y en terreno idóneo para que los yihadistas y las mafias de la inmigración campen a sus anchas. «Una política de vecindad fuerte es de vital importancia tanto para la UE como para nuestros socios del Este y del Sur», reclamó Johannes Hahn, comisario europeo responsable de Vecindad en la Cumbre Extraordinaria sobre inmigración celebrada el pasado 23 de abril en Bruselas. Reunidos de urgencia, los jefes de Estado y Gobierno de los 28 países de la Unión Europea adoptaron un compromiso que combina medidas de solidaridad con otras que contemplan la inmigración como un asunto global que debe solucionarse a través de una estrecha colaboración entre las dos orillas del Mediterráneo. Para ello, los líderes de la UE, firmaron un compromiso de cuatro grandes puntos: reforzar la presencia en la mar; luchar contra los traficantes con arreglo al Derecho internacional; prevenir los flujos de inmigración ilegal; y reforzar la solidaridad y la responsabilidad internas (en este sentido fijaron acoger anualmente un mínimo de 5.000 refugiados y hacerlo de forma solidaria entre todos los Estados). Para el primero de los objetivos, decidieron «reforzar las operaciones de la UE Tritón (en aguas italianas) y Poseidón (en aguas griegas) triplicando como mínimo los recursos financieros a tal fin en 2015 y 2016 y reforzando la cantidad de los recursos, permitiendo de este modo el aumento de las posibilidades de búsqueda y rescate dentro de Frontex». La operación Tritón es la más importante debido al incuestionable flujo migratorio que tiene el canal de Sicilia. Vigente desde noviembre de 2014, sustituyó a otra anterior denominada Mare Nostrum desplegada por la Armada italiana y su misión es la de controlar y socorrer a los buques de inmigración irregular en aguas italianas. Hasta ahora, disponía de 12 equipos (aviones, helicópteros, barcos y personal de asistencia humanitaria). La decisión de multiplicar por tres su presupuesto (lo que lo sitúa en cerca de nueve millones de euros mensuales) recibió, por prime- 48 Revista Española de Defensa El Consejo de Seguridad Nacional abordó la inmigración y las propuestas españolas


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