Page 68

REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2015

TEMAS PROFESIONALES implantar una forma de planear y actuar que permita, en armonía con lo anterior, el desarrollo de la necesaria mentalidad expedicionaria. Opciones operativas Pero, ¿a qué tipo de operaciones nos estamos refiriendo al hablar de acciones en el segmento terrestre de la zona litoral? La doctrina anfibia en vigor hasta octubre de 2012 (6), referencia obligada al hablar de las operaciones anfibias, ha propiciado el desarrollo de una mentalidad que circunscribe la operación anfibia al marco de la acción sobre una costa hostil o potencialmente hostil, o bien a la acción exclusivamente en la costa. Este encuadramiento, interesado de alguna forma, supone constreñir las posibilidades de empleo de una fuerza anfibio-expedicionaria. Ya el primer elemento divergente surge de la propia concepción geográfica, asimilando, desafortunadamente sin duda, el término costa —línea donde la mar encuentra la tierra— con la zona litoral, concepto suficientemente diferente y presentado a lo largo de estas páginas. La doctrina anfibia aliada, tanto la apuntada como la vigente (7), desarrolla la doctrina necesaria frente a la situación más exigente cuando de actuar en tierra desde la mar se trata, aun siendo pocos los ejemplos (8) que encontramos en el panorama, ya no tan reciente, sobre acciones anfibias en un escenario de alta intensidad. Los cambios en el escenario estratégico han supuesto que el combate generalizado, la campaña, sea mucho menos frecuente —no así la duración de los conflictos—, y con ello la necesidad de realizar acciones sobre una costa potencialmente hostil. La letalidad de las armas actuales, la capacidad de la mayoría de las Fuerzas Armadas modernas y, más aún, el inaceptable número de bajas presumiblemente resultante, suponen factores más que suficientes para desechar la acción anfibia sobre una costa defendida como opción de respuesta inicial. Es cada vez más frecuente la aplicación de tácticas, técnicas y procedimientos anfibios para la resolución de otro tipo de situaciones operativas, además de las planteadas por las marinas que poseen capacidad anfibia. Ello, que no es más que una consecuencia lógica de la evolución y adaptación de la doctrina a las necesidades operativas que el entorno estratégico plantea en (6) ATP-08 (B). (7) ATP-08 (C). (8) Los combates en las islas Malvinas en 1982, acciones iniciadas de hecho con asaltos e incursiones anfibias por una fuerza de marcado carácter anfibio-expedicionario por lo que al bando británico se refiere, y una fuerza de Infantería de Marina argentina, o la demostración anfibia ejecutada por la Us Navy y el UsMC frente a las costas de Irak durante la primera guerra en los años 90. 2015 451


REVISTA GENERAL DE MARINA ABRIL 2015
To see the actual publication please follow the link above